La patronal de Pontevedra se ha sumado a la demanda para que la Unión Europea incluya el Corredor del Noroeste en la Red Transeuropea de Transportes y ha elevado esta propuesta a los gobiernos de España y Portugal para que sea abordada en la próxima Cumbre Ibérica que se celebrará el próximo 29 y 30 de mayo en la ciudad lusa de Vila Real. Así lo acordó ayer la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) en su reunión mensual, que en esta ocasión se celebró en Marín.

Según explicó el presidente de la patronal pontevedresa, Jorge Cebreiros, también demandan que la línea ferroviaria de altas prestaciones que une A Coruña con Vigo se extienda hasta Oporto a través del Eje Atlántico, la llegada del AVE a Vigo por la variante de Cerdedo y la mejora del tráfico ferroviario de mercancías entre Galicia y el Norte de Portugal.

La comunidad gallega se ha quedado fuera de la Red Transeuropea de Transportes y, por lo tanto, excluida de las subvenciones de la Unión Europea para modernizar las líneas de transporte de mercancías. Solo se incluyó el Corredor Atlántico que une las ciudades portuguesas de Lisboa y Oporto con Medina del Campo y Miranda de Ebro hasta Francia. El País Vasco acaba de lograr, gracias al respaldo del PNV a los presupuestos estatales, una nueva salida ferroviaria del puerto de Bilbao para conectar con el Corredor Atlántico, lo que supone una inversión de 381 millones de euros.

Aprovechando que a partir de 2018 se va a revisar esta red de transportes, Galicia ya se ha posicionado, junto a Castilla y León, para reclamar la conexión al Corredor Atlántico, de manera que los puertos de interés general de la comunidad gallega cuenten con una salida ferroviaria para el transporte de sus mercancías hacia Francia y el resto de Europa. Esto supone modernizar y electrificar la línea interior de mercancías y, sobre todo, conectar por tren a los puertos.

Cebreiros cree que si no se aprovecha la revisión de 2018 y 2020, Galicia "quedará de nuevo desconectada de las inversiones que un Plan Junker pueda traer para la comunidad autónoma y para el Norte de Portugal", alertó.

"Aquí tenemos que ir todos de la mano", recomendó en referencia a empresarios y administraciones españolas y lusas. "No entendemos a Portugal como un competidor en el corto y medio plazo, sino como un colaborador", añadió.

El presidente de la patronal pontevedresa también señaló que desde la CEP constataron "que no existen empresas que se estén deslocalizando" a Portugal, y circunscribió las "inversiones" de empresas gallegas a nuevas áreas de suelo industrial portugués por razones de "precio" más barato en el país vecino frente a la limitación que, a su juicio, tienen los polígonos industriales pontevedreses por no poder vender el suelo "por debajo del precio de coste".

Cebreiros cree que en esta limitación administrativa se debería valorar no solo el precio por metro cuadrado sino también introducir en esos elementos de coste los puestos de trabajo que se crean, el retorno económico que generan o la reestructuración del territorio. "Es posible que tengamos que ser más imaginativos", dijo. Además el presidente de la CEP señaló que el procedimiento administrativo en Portugal es "mucho más ágil" en cuanto a trámites que facilitan que una empresa que quiere implantarse lo pueda hacer con rapidez.