Muchos de los propietarios de pisos turísticos han comenzado ya los trámites para regularizar su actividad antes de que el día 10 entre en vigor el decreto de la Xunta que regula su alquiler, los obliga a registrarse en el Registro de Empresas y Actividades de Turísticas y les impone una tasa de 56,26 euros. Su decisión pretende evitar multas de hasta 9.000 euros, a pesar de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia anunció la semana pasada que demandará a la Xunta ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia si no retira varios artículos, idénticos a los que la justicia ya tumbó en Canarias.