La Xunta preveía cerrar el pasado año con una deuda de unos 10.850 millones de euros. Y así fue: 10.854 millones, según los datos actualizados ayer por el Banco de España. Las posibilidades de acertar son muchas porque lo gordo del importe siempre son los préstamos que se formalizan para afrontar las amortizaciones del ejercicio y porque además, al igual que el déficit, las comunidades cuentan con un techo de endeudamiento en comparación con su Producto Interior Bruto (PIB). En ese caso sí que el Gobierno gallego se alejó un poco de su estimación oficial, pero a su favor. Frente al 18,9% calculado, la deuda autonómica se situó en el 18,7% gracias al estirón que pegó la economía. Cuanto más crece el PIB, menos pesa la deuda. Aún así, Galicia se adaptaría igualmente al límite impuesto por el Ministerio de Hacienda, que era del 19%. El cumplimiento del objetivo de deuda se suma al del déficit y el plazo de pago a proveedores, con lo que la región se ajusta de nuevo a los tres grandes parámetros que miden la estabilidad de las cuentas de las administraciones.

En cuanto a la deuda, el montante creció durante el pasado año un 4,6%. En 479 millones de euros. Es un máximo histórico, aunque respecto al PIB se mantiene prácticamente igual que en diciembre de 2015 (18,6%) y por debajo del récord registrado en los primeros meses del pasado año, cuando llegó a tocar el 18,9%. Galicia es la sexta comunidad con un menor endeudamiento tras Madrid (14,4%), País Vasco (14,5%), Canarias (16%), Navarra (18,2%) y La Rioja (18,3%). El grupo de regiones que, a la espera de que el Banco de España confirme como definitivos los datos, no superaron el techo de deuda fijado desde Hacienda.

La deuda total de las comunidades ascendió a 276.899 millones de euros, un 5,5% más que un año antes, y equivale al 24,9% del PIB. Los territorios más endeudados son Murcia (29,1%), Baleares (30,1%), Cataluña (35,4%), Castilla-La Mancha (37%) y Comunidad Valenciana (42,5%). El stock de su pasivo podría ser todavía mayor porque algunas de ellas recibieron tarde parte de la liquidez del ejercicio de 2017 a través de los mecanismos de financiación del Estado y se notará en las cifras que se publiquen del primer trimestre del actual 2017.

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En el análisis del endeudamiento por habitante, el de Galicia es el cuarto importe más bajo, con 3.999 millones de euros. Son 1.960 euros menos que el conjunto de las regiones. Desde 2008, los préstamos y emisiones de la Xunta aumentaron un 174%, aunque el alza media por año, un 21,8%, es la menor de todas las comunidades.

"Estos datos confirman que la deuda de la Xunta está totalmente estabilizada y llevamos dos años en el mismo nivel", valoraba ayer David Cabañó, director xeral de Política Financieira, que insiste en que la administración autonómica reducirá el endeudamiento desde este mismo año gracias a "la gestión prudente que viene haciendo la Xunta en los últimos años".

Con la incorporación de Galicia al Fondo de Facilidad Financiera que Hacienda habilitó para cubrir las necesidades de deuda de las comunidades que están al día en la senda de la consolidación fiscal y el abono de facturas, tres de cada diez euros vienen ya de este mecanismo (3.384 millones). En emisiones de valores hay 3.762 millones; 3.320 millones en préstamos con entidades financieras; y 389 millones por la vía de las colaboraciones público-privadas.