El buen tiempo y las altas temperaturas en los coletazos del invierno contribuyen a la propagación de los incendios. Ayer las llamas devoraron otras 95 hectáreas en cuatro incendios registrados en los municipios de Quiroga (Lugo) y Viana do Bolo, Lobios y Entrimo (Ourense).

En el fuego de Viana do Bolo, la superficie afectada por el incendio forestal se sitúa en unas 35 hectáreas, de las cuales 27 son rasas, según concreta la Consellería do Medio Rural. Al caer la tarde, el fuego, registrado en la parroquia de Sever, fue extinguido.

El otro fuego se produjo en Quiroga. La llamas se iniciaron el viernes por la tarde y 24 horas después pudo ser apagado tras consumir casi 46 hectáreas, todas ellas de monte raso, según los datos aportados por la Xunta. El incendio se originó por la el escape de una quema de un particular en la parroquia de Outeiro.

En los trabajos de extinción participaron cinco agentes, 11 brigadas, cinco motobombas, una pala y dos helicópteros. Debido al terreno pedregoso, la pala tuvo que entrar por Castilla-León al no haber caminos construidos en este monte privado.

A media tarde de ayer, un nuevo incendio forestal afectó al parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés en el término municipal de Entrimo, tras entrar por el país luso, quemando al menos diez hectáreas.

Por otra parte, la pasada medianoche quedó extinguido el fuego que comenzó el viernes en la parroquia de Grou en Lobios. La superficie afectada fue de cinco hectáreas de monte raso dentro del parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés.