Los ayuntamientos gallegos se han puesto las pilas para intentar poner al día los recibos pendientes de pago a sus proveedores. Durante la crisis, autónomos y pequeñas empresas esperaban meses, incluso años, a que las administraciones le abonasen la obra o servicio prestado. Paulatinamente se ha ido reduciendo el número de concellos que pagan por encima del plazo previsto por la Ley de Morosidad (30 días) y también el volumen de las facturas acumuladas. De los 287 concellos que remitieron al Ministerio de Hacienda el balance de pago a sus proveedores del año pasado -13 más que el año anterior-, 82 lo hicieron fuera del plazo legal, un 20% menos que en 2015.

El aumento de concellos que saldan sus deudas en plazo se traduce en un descenso del importe global de las facturas, casi la mitad que hace un año. Al cierre de 2016, los ayuntamientos gallegos tenían pendiente de pago a autónomos y pymes más de 144 millones de euros -51,47 millones en recibos de las siete ciudades y casi 92 del resto-. La cifra se queda muy por debajo de los cerca de 300 millones que adeudaban en 2015 -225 de las urbes y los 72 al resto-.

¿El balance del pago a proveedores de 2016 en Galicia? Uno de cada concello tarda más de 30 días en pagar a sus proveedores -82- u omite información a Hacienda -26-. Y la deuda con sus proveedores se reduce a la mitad en un año.

De las ciudades, A Coruña fue la que dio un mayor tijeretazo a sus facturas en el cajón, con un recorte de casi 16 millones y suma 6,8 pendientes, un 70% menos que un año atrás. Le sigue en el ranking Ferrol, con una reducción del 54%, con un total de 2,5 millones. Cierran la lista de descensos Lugo (-40%, con 8,47 millones) y Vigo (con un -2% y 12,2 millones). Por el contrario, Ourense, Pontevedra y Santiago cerraron 2016 con más recibos en el cajón. En el conjunto de las urbes, sus facturas pendientes de cobro se redujeron casi un 30%, al pasar de 72,1 millones a 51,5.

En cuanto al cumplimiento de la Ley de Morosidad, Lugo es la ciudad que más trae de cabeza a los proveedores, con una espera en los pagos de 108 días. Tampoco Ferrol (5,49 días) y A Coruña (33 días) pagaron en plazo el pasado diciembre sus facturas. En el extremo opuesto de la lista, está Vigo, que pone al día sus recibos incluso antes de que empiece a contar el plazo legal (-15,29 días).

De los pequeños y medianos concellos que presentaron su balance en 2016 a Hacienda, de 101 debían más en obras y servicios que el ejercicio anterior. Y en 126, la tasa de morosidad se agravó al hacer demorar más los pagos que en 2015.

La Xunta mejora

Galicia registró en diciembre un periodo medio de pago 26 días, tres por debajo de la media (29,46). La Consellería de Facenda valoró que la comunidad terminase el año "con más agilidad" que el conjunto de las autonomías y reivindicó que "se mantiene como una de las que cumpla normativa, agilizando pagos de facturas y evitando problemas de liquidez a las empresas que prestan servicio a la administración gallega". Los 29,46 días de media del pasado mes de diciembre se convierten en la primera vez que se cumple la Ley de Morosidad desde que se registran estos datos. Murcia es la comunidad menos cumplidora con 76,95 días de demora. Incumplen el plazo legal de pago también Cantabria, Baleares y Comunidad Valenciana.