Desde 2011, Corina Porro presidente el Consello Económico e Social de Galicia, un organismo consultivo que elabora un diagnóstico de la situación autonómica con sindicatos, empresarios, universidades o consumidores sentados a la misma mesa. Su máxima responsable opta por la prudencia para salvaguardar la independencia del CES, pero reclama a la clase política seguir su ejemplo en la búsqueda del consenso y anticipa que los indicadores de 2016 resultan esperanzadores. "La evolución económica positiva es innegable, pero debemos poner la lupa en lo que hay que hacer", advierte antes de recordar que el día 21 celebrarán una reunión en Vigo de la Red Transnacional Atlántica, compuesta de los CES's de todo el Eje Atlántico.
-¿Tienen ya algunos apuntes de su análisis del año pasado?
-En primer lugar, quería explicar que el CES es un órgano consultivo y de participación de los agentes sociales. No solo tenemos nuestra memoria, sino que realizamos dictámenes también sobre anteproyectos de ley en materia socioeconómica que nos envía la Xunta. Estamos satisfechos porque alrededor de un 75% de nuestras propuestas son incorporadas. Usted se refiere a nuestra memoria. Ya estamos trabajando en la de 2016. Lo más importante del CES es que llegamos a un consenso. En el 99% de casos, diría, cuando se emite un dictamen, un estudio o la memoria es fruto del consenso entre sindicatos, empresarios, universidades, sector agrario y pesquero, consumidores... Por eso sería bueno que se usasen mucho más nuestros documentos por parte de quien tiene responsabilidades empresariales, sindicales o de gestión. Deben trabajar no en la inmediatez, sino desde la reflexión sin ser cortoplacistas.
-Eso resulta poco habitual en el ámbito político.
-Es uno de sus problemas. Yo, que fui conselleira y alcaldesa, no sé trabajar sin una programación a medio plazo con una reflexión de a dónde quiero llegar. Si se orienta la acción solo al voto y la inmediatez, no se le hace un favor a la sociedad.
-¿Con la crisis se han buscado aún más resultados a corto plazo?
-La crisis nos provocó una situación cambiante muy rápidamente, pero también debe servir para trabajar de otra forma y parece que la reflexión y el diálogo se están incorporando a la política. Es clave, tengas la mayoría que tengas, para tener más aciertos.
-En el informe sobre 2015 detectaban una mejoría económica clara, pero también ponían la lupa sobre la emigración juvenil o el problema demográfico. ¿Cómo ve estas cuestiones?
-Precisamente realizamos una jornada vinculada a la demografía con expertos del CSIC. Es uno de los retos clave para el futuro. El propio presidente de la Xunta lo ha señalado. Si esto sirve para sensibilizar a quien tiene que tomar decisiones a nivel regional, estatal y europeo, demuestra la importancia del CES.
-¿Qué medidas se pueden aplicar para revertir esos fenómenos?
-Debo tener mucho cuidado en las valoraciones. Estamos trabajando ya en la memoria; tenemos algunos datos, pero faltan unas conclusiones que debemos consensuar entre todos los integrantes del CES. La evolución económica ha sido muy importante, pero debemos poner la lupa en lo que hay por hacer.
-En 2015 apuntaron el aumento de las desigualdades. ¿En 2016?
-En 2016 es importante destacar que el PIB creció en el tercer trimestre un 3,3%, una décima más que en España. La industria manufacturera, un 4,4%, por un 2,9% en España; en la construcción, un 3,5% frente un 2,7%; en servicios 3,7% frente 3,4%. Por séptimo trimestre consecutivo los grandes sectores productivos crecen. Otra cosa es que también debemos alertar de situaciones que nos dirán los colectivos sociales. Pero es innegable la evolución positiva de la economía. Pero, aunque ha mejorado, el coste salarial en Galicia fue menor que en España, aunque también aumenta un 1,4% en relación a 2015 y se reduce un 0,3% en el Estado.
-¿Con esos datos podría decir que la crisis queda atrás sin que eso signifique...?
-Que no haya problemas. Por supuesto. Hay que seguir en la línea en que se está trabajando. En el CES tenemos un reto muy importante este año. Haremos un estudio sobre la industria en Galicia. La UE nos puso un reto: llegar al 20% en su peso en el PIB en 2020. No cabe duda de que la industria es la actividad que mayor riqueza crea y ofrece más estabilidad, empleo, igualdad, calidad de vida, cohesión social... Es un sector clave para la recuperación final. Para alcanzar ese reto, es necesaria una gran reflexión conjunta. En el CES buscaremos una gran alianza.
-En ese aspecto, ¿cómo ve los retos para Vigo ante, por ejemplo, la competencia de Portugal?
-No puedo entrar en valoraciones. Las conclusiones saldrán del conjunto del CES.
-En esos apuntes acerca de 2016 que tienen, ¿han detectado consecuencias del bloqueo político?
-Será una valoración que se consensuará entre todos. Lo que tenemos son datos. Por ejemplo, las exportaciones crecieron un 4,3% hasta 16.458 millones de euros.
-Durante la crisis, órganos consultivos como el CES fueron cuestionados y en algunas comunidades se suprimieron. ¿Qué opina?
-En alguna comunidad se suprimió, como Castilla-La Mancha, y en dos de ellas lo van a recuperar. Algunas veces somos un poco molestos, pero no debería entenderse así. En Galicia hubo un momento en que en algún sitio dijeron que iban a suprimir el CES y era al contrario, iban a aumentarle competencias sumándose al Consello Galego de Relacións Laborais. Los plenos de ambos dijeron que estaban bien así y agradezco al presidente Feijóo que les hiciese caso. El CES se tiene en cuenta más que nunca y ayuda a construir una Galicia más participativa, dialogante y más democrática. Me ha servido en mi trayectoria tener tendida la mano del diálogo. He sido alcaldesa en minoría...
-Algo complicado últimamente.
-Pues se aguantó. Hay muchas más posibilidades de acertar en cualquier gobierno si se está abierto a las opiniones de todos. Quien crea que ceder en algo es retroceder se equivoca; es avanzar.
