Cada ciudadano de Galicia, incluyendo niños y jubilados, deberían trabajar 376 días simplemente para poder afrontar la deuda pública actual, de los que 68 corresponden a las finanzas autonómicas y 306 a las estatales. Se trata del séptimo período más abultado dedicado a saldar este capítulo de todas las autonomías, según el balance de Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, a partir del balance del Banco de España correspondiente al tercer trimestre del año.

En ese período, Galicia logró reducir su deuda pública 103 millones de euros para situarla en 10.624, la quinta más abultada entre las comunidades, que en su conjunto también recortan su balance. En términos estatales, se produce el segundo descenso porcentual consecutivo, aunque la cifra sigue por encima del 100% del PIB; en concreto, en tres décimas. Sin embargo, en términos absolutos, se incrementa un 0,12% hasta superar los 1,1 billones de euros, marcando un nuevo récord histórico de carga financiera.

Al frente de la clasificación, computando tanto deuda autonómica como estatal, se sitúan los castellanomanchegos y los extremeños, ambos con 480 jornadas, seguidos de valencianos (462), andaluces (451), murcianos (442) y cántabros (393), de acuerdo con las estimaciones de la AIReF. Madrid alcanza el plazo más corto con 253.

La radiografía cambia si solo se computa la deuda autonómica, donde la carga de días de trabajo necesarios para afrontar los 10.624 millones que adeuda la Xunta ocupan el séptimo puesto por la cola de las diecisiete autonomías. Superan esas 68 jornadas País Vasco (53), Madrid (54), Canarias (57), La Rioja (67), Navarra (69) y Asturias (67).

Evolución

Uno de los datos curiosos del último informe elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal afecta a la previsión del peso de la deuda respecto a la riqueza de cada comunidad. Estima que en Galicia se reducirá cuatro décimas al cierre del año que viene para situarse en el 18,3% del PIB. La Xunta prevé que sea del 18,8% en sus presupuestos.