La DGT se propone acabar con las retenciones y los cierres de la Autopista del Cantábrico (A-8) cada vez que los bancos de niebla o los vientos huracanados impiden la circulación por la vía que une Galicia y Asturias a su paso por el Alto do Fiuco (Lugo). Para ello ha ideado un sistema automatizado y guiado. El nuevo dispositivo permitirá desviar de manera automática a los conductores atrapados por la niebla o las fuertes rachas de viento en este tramo conflictivo de la Transcantábrica -entre los kilómetros 545 y 550- a través de paneles de señalización y balizas que le servirán de guía para entrar en la N-634.

En verano, el nuevo sistema sumará un semáforo para señalizar la prohibición de circular por el tramo afectado por las malas condiciones meteorológicas. Aquellos conductores que lo rebasen serán multados.

"Se trata de una mejora en la seguridad de los conductores y también de los agentes y personas que intervienen en los cortes [de tráfico]", aseguró ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, durante la presentación del nuevo sistema, en la que estuvo acompañado por el director del CGT, Ramiro Martínez, y la coordinadora de la DGT en Galicia, Victoria Gómez, entre otras autoridades.

Hasta ahora, desde que se detectaba la niebla se tardaba una hora en realizar el desvío del tráfico hacia la N-634 con la colocación de elementos como conos en la carretera.