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El carbón dispara las emisiones de los grandes contaminantes

Los gases de efecto invernadero de fábricas e industria eléctrica crecen un 11 por ciento

Los gases de fecto invernadero en Galicia crecen un 11% // Pixabay

La Cumbre Mundial del Clima celebrada en París a finales del pasado año impulsó un acuerdo histórico bajo el amparo de casi 200 países para el freno al calentamiento global. Para evitar la concatenación de desastres que la comunidad científica vincula a una subida de la temperatura global superior a los dos grados. Ya entonces en el seno de la Unión Europea se marcó un objetivo hasta 2030 de reducción del 43% de las emisiones contaminantes respecto a los niveles de 2005 entre los sectores de mayor peso en los gases de efecto invernadero. Sobre todo las fábrica las centrales de producción de electricidad, que en el caso de Galicia suponen la mitad del total de emisiones. Un porcentaje muy relevante por el peso que tiene la generación con carbón, que es, precisamente, la principal razón de que los gases lanzados el pasado año desde la comunidad se disparasen por encima del 11%.

Todas esas instalaciones tienen un techo de emisiones anuales y si se pasan pueden compensarlo con la compra de derechos a aquellas otras empresas con limitaciones en dióxido de carbono (CO2) a las que su cuota les sobra. ¿Qué asignación tenían en 2015? Un total de 3,6 millones de toneladas equivalentes de CO2. ¿Cuánto emitieron? Más de 15,3 millones, como recoge el balance de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, el primero que hay sobre el comportamiento de la contaminación atmosférica durante el pasado ejercicio.

De cada diez toneladas de dióxido de carbono, el gas que más contribuye al efecto invernadero, siete procedieron de las cuatro instalaciones de producción eléctrica. La actividad rozó los 10,7 millones de toneladas, lo que supone un ascenso del 14,6% en comparación con 2014. Tiene sentido. El carbón fue otra vez en 2015 la principal fuente de energía en Galicia ante la escasez de lluvias, que desplomó un 36% la actividad de los embalses de la región. La térmica de Endesa en As Pontes suma 7,5 millones de toneladas, un 9% más; y tres millones la de Gas Natural Fenosa en Meirama, con un crecimiento del 37,6%. Ambas plantas pasarán por una reforma a fondo para cumplir la directiva europea de emisiones industriales y evitar así un cierre obligado con una reducción de gases y partículas.

Las otras dos centrales energéticas afectadas por el comercio del derechos de emisión son los ciclos combinados de As Pontes y Sabón, los dos con contundentes descensos de las emisiones -del 48% y el 25%, respectivamente- porque también su actividad sigue en mínimos dada la sobreoferta de electricidad que existe en el sistema español.

En el medio centenar de plantas que tienen acotadas sus emisiones por normativa en Galicia, únicamente 12 no se saltaron el umbral que les correspondía. Son una de las fábricas de la maderera Finsa, en Santiago; Gestora de Subproductos de Galicia; Megasa; la división de largos de Celsa; las instalaciones de Ferroatlántica en Sabón; Alúmina en San Cibrao y Alcoa en A Coruña; Industrias Químicas del Noroeste; y la factoría de PSA Peugeot Citroën de Vigo, que disponía de una asignación de 39.900 toneladas equivalentes de dióxido de carbono y emitió 29.260, un 0,6% menos que en 2014. El resto, 38 (75%), no se ajustaron a su asignación.

El segundo sector más contaminante fue el refino, por encima de las 1,3 millones de toneladas -una subida del 13,6%- y la gran central de Repsol en A Coruña a la cabeza. El aluminio alcanzó las 1,2 millones de toneladas, después de una caída del 9,7%. Las 27 instalaciones de cogeneración y combustión, que acumularon un importante aumento del 19%, alcanzaron los 1,1 millones de toneladas.

A la espera de la evolución en el transporte tras la recuperación

  • El comportamiento de las grandes contaminadoras de la comunidad es solo el preámbulo del balance de las emisiones de dióxido de carbono en Galicia. En los próximos meses se conocerán los gases procedentes de los hogares y el transporte, que son otros dos colectivos fundamentales en el reparto final. En 2014, el último ejercicio analizado, las emisiones totales de la comunidad alcanzaron los 27,1 millones de toneladas equivalentes de CO2, la segunda cifra más baja desde 1990, cuando se empezaron a medir. Solo en 2010 se contaminó menos: 26,6 millones de toneladas.Solo el parón económico fue capaz de interrumpir el ascenso imparable de los gases de efectos invernadero en Galicia, que alcanzaron en 2004 su máximo histórico, con cerca de 36,7 millones de toneladas. En las últimas dos décadas, el mayor avance de las emisiones se registró en la región en el transporte, un 47,3%. Los hogares y el sector comercial registraron un incremento del 42,3%; la subida en el tratamiento y la eliminación de residuos fue del 32,1%. Solo caen los gases de los procesos industriales (13,7%) y en las industrias del sector energético (29,8%).

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