Cinco diputados han renunciado a la dedicación exclusiva en la Cámara para mantener su actividad profesional o solucionar incompatibilidades con otros sueldos públicos. De momento, percibirán 2.587 euros mensuales -se trata de una "ayuda de coste" para sufragar los gastos por su actividad-, más desplazamientos, en lugar de los 4.811 que cobra un diputado raso -añaden pluses en función de sus responsabilidad en la Cámara-. Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y sus diez conselleiros, tan solo son remunerados por su tarea en el Ejecutivo, pese a ocupar un escaño en el hemiciclo.

En el primer caso se encuentran Guadalupe Murillo, Martín Fernández Prieto y Encarnación Amigo, por parte del PP; María Luisa Pierres, del PSdeG; y Luís Bará, del BNG. Ningún parlamentario de En Marea solicitó combinar su cargo con otro empleo.

Los motivos son diferentes en cada caso. Los tres diputados del PP renuncian a un mínimo de 2.223 euros al mes para mantener su actividad privada y el consiguiente salario por ella, que compatibilizarán con la ayuda de coste del Parlamento. Murillo es directora general de Conservas Pescamar y presidenta del club de fútbol Pontevedra, así como secretaria del consejo de administración de club de baloncesto Obradoiro de Santiago. Fernández, por su parte, imparte clases en Arquitectura en la Universidade de A Coruña, mientras que Amigo es reumatóloga en el hospital Lucus Augusti.

Pierres y Bará prevén pedir la dedicación exclusiva en unas semanas. La primera, arquitecta, esperará a cerrar los proyectos en que estaba inmersa antes de ser elegida el 25-S, mientras el segundo tramita su baja en el concello de Pontevedra, donde tenía dedicación exclusiva.

En la apertura de la legislatura pasada ningún diputado solicitó compaginar su cargo con una actividad profesional.