La oposición criticó ayer el "inmovilismo" de Alberto Núñez Feijóo por mantener a sus diez conselleiros y desaprovechar lo que consideran una "oportunidad" para modificar el rumbo de la Xunta. Los portavoces de En Marea, PSdeG y BNG coincidieron en destacar el mantenimiento del "presidencialismo" habitual en los gabinetes del también líder de los populares gallegos, hasta el punto de que Luís Villares y Ana Pontón consideraron que premia a quien no le "hace sombra".

La habitual crítica de la oposición al Ejecutivo se mantuvo ayer ante un panorama político que no varía desde las elecciones del pasado 25 de septiembre y que potencia la falta de novedades de calado en la apertura de una legislatura por primera vez en once años. En 2005, el bipartito rompió más de tres lustros de fraguismo. En 2009, Feijóo recuperó para el PP la Xunta por un escaño. En 2012, amplió su mayoría absoluta en el regreso de Beiras. Ahora, solo AGE deja sitio a En Marea. Ni siquiera cambian los conselleiros, ante las críticas de sus rivales políticos.

El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, atacó lo que entiende contumacia de un presidente de la Xunta al que afeó el ataque al Estado del Bienestar. "Feijóo optó por un Gobierno reincidente en el paro y en la destrucción de servicios públicos. Un nuevo-viejo Gobierno que es premio a la fidelidad de los que no le hacen sombra y no le dicen nada y que no resolverá los problemas de Galicia", describió a través de un comunicado. Ante este panorama, adelanta que "las expectativas para el país no son nada esperanzadoras" y concluye que se trata de "una triste noticia".

Villares considera, al igual que la nacionalista Ana Pontón, que Feijóo incumplirá su palabra de agotar el mandato, en alusión al posible salto a la política madrileña del presidente de la Xunta. Además, lamentó, en declaraciones a Europa Press, la "sumisión" de Galicia al Gobierno central en asuntos como los bajos precios de la leche. Matizó también que el crecimiento económico de este ejercicio "no implica" que Galicia salga de la crisis, pues muchas de sus víctimas continúan sin atención.

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga cree, sin apuntarse a esa teoría, que abandera un "proyecto agotado" caracterizado por una "lamentable falta de ambición". "El presidente de la Xunta no tiene nada que ofrecerle a Galicia", resumió el portavoz parlamentario del PSdeG mediante un comunicado.

Los tres grupos de la oposición lamentan la falta de autocrítica de Feijóo, que durante el debate de investidura de la semana pasada ya les replicó que la reedición de 41 de 75 diputados constituía un aval a sus políticas y equipo. Leiceaga consideró que el inmovilismo en el Consello de la Xunta, que está por ver si será emulado en el segundo escalafón de altos cargos, "contradice el propósito de abrir una nueva etapa" que trasladó Feijóo en la investidura, con constantes apelaciones al diálogo. En 2012 también se produjeron llamadas en este sentido, a pesar de que la legislatura resultó una de las más tensas y agrias.

"Demuestra una alarmantemente escasa capacidad de adaptación a los retos de la recuperación y de la salida de la crisis, que exigirían un impulso más social a su gabinete", afeó el socialista precisamente poniendo el solfa el giro que hace trece meses señaló Feijóo como novedad en la remodelación de su equipo.

Un tono similar mostró la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, que resumió su sentir a través de las redes sociales. "Feijóo demuestra su autocomplacencia e inmovilismo manteniendo el mismo Gobierno", criticó al presidente de la Xunta. "Perdió una oportunidad" de enmendar sus errores, añadió la dirigente en declaraciones a Europa Press.

Para la diputada, el próximo cambio de cromos en la Xunta se producirá cuando Feijóo abandone la Xunta y su relevó sí modifique el Consello. Aun así, añadió que todos los conselleiros mantienen un perfil político "bajo" que provocará que persista su "presidencialismo".

Patronal y sindicatos

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros, consideró "positiva" la continuidad de Francisco Conde al frente de Economía, del que destacó su "valía". "Queremos certidumbre e interlocutores conocidos", indicó.

Por su parte, los sindicatos CIG, UGT y CCOO se refirieron ayer al mantenimiento de Jesús Almuíña en Sanidade, coincidiendo en vaticinar un "continuismo de políticas privatizadoras".