Poco después de que Mariano Rajoy y Albert Rivera se reuniesen ayer para tratar de avanzar en el desbloqueo de la situación política estatal y que el primero intente alcanzar los apoyos suficientes para presentarse a la investidura como presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo contraponía esa "inestabilidad" a la "estabilidad" de Galicia. El líder del PPdeG y titular de la Xunta, en otro acto de precampaña de su formación, pedía a los gallegos evitar una "situación de ingobernabilidad" tras las elecciones autonómicas del 25 de septiembre, escenario que se abriría en caso de que, añadió, sus siglas no lograsen una "excepcional" -por ser la tercera consecutiva y única en España en estos momentos- mayoría absoluta y la comunidad pasase a manos de "un desgobierno de cuatro partidos que se repartirán la Xunta y dividirán a los gallegos", en alusión a PSdeG, En Marea, Podemos y BNG, que ya han garantizado que impedirán si pueden un gobierno de los populares para revertir políticas que consideran lesivas para la mayoría social.

Chantada acogió ayer la reunión de la junta directiva de Lugo del PP, broche al recorrido de Feijóo por las cuatro provincias que inició el viernes pasado para lanzar la precampaña, activar a su formación para recuperar los apoyos que se dejó en las municipales de 2015 y aprovechar los problemas de las principales referencias de la oposición, envueltas en discusiones internas, lo que ha devuelto el ánimo al partido, que tras los comicios de diciembre consideraba perdida la mayoría absoluta. Hoy se ve con opciones de revalidarla. "No les preocupa nuestro país, sino el puesto en el que van en las listas", percutió Feijóo de nuevo, como en los últimos días, contra sus rivales políticos.

Frente al caos que dibuja en la oposición, mensaje recurrente en las citas electorales de 2009 -contra el bipartito- y 2012 -"cuatripartito", lo calificó al incluir a AGE, con Anova y EU-, ofreció "soluciones". "Pido a los gallegos que con su voto sigan trabajando por su país, quiero que Galicia siga siendo singular como un ejemplo de estabilidad, responsabilidad y sentido común", arengó a los suyos.

También reclamó una oportunidad para gobernar tras "ocho años de vacas flacas" y una constricción presupuestaria que recortó alrededor de 3.000 millones de euros de las cuentas autonómicas, que se han recuperado en los dos últimos años. De hecho, Feijóo reivindicó en Chantada la construcción de la vía de alta capacidad Monforte-Sarria-Lugo, que debía estar abierta en su totalidad en el año 2011.

Como en las juntas provinciales de su partido anteriores, el líder de los populares, que optará a la reelección de nuevo como cabeza de lista por Pontevedra, enarboló las últimas medidas de gasto social de su Ejecutivo, estrategia que anunció en octubre cuando remodeló su alineación de conselleiros precisamente para combatir los descensos electorales de sus siglas. "La victoria que nos interesa es seguir ofreciendo a padres y madres la tarjeta de bienvenida y plazas en escuelas infantiles", declaró antes de proclamar que las políticas de natalidad "son las más ambiciosas de todas las comunidades autonómas".