Galicia no solo dispone de uno de los programas de cribado más completo del Estado -después de que el año pasado la Xunta apostase por mantener en 29 las patologías detectadas y no reducirlas a siete, las mínimas fijadas por el Ministerio de Sanidad-, sino que además cumple con creces una de sus principales metas: que participen al menos el 98% de los recién nacidos.

Ese porcentaje se superó hace años y en los dos últimos se ha situado en el 99,95%, lo que supone alcanzar, según los criterios del Ministerio de Sanidad, un nivel no solo aceptable, sino "óptimo". De los 13.393 neonatos que en 2015 vinieron al mundo en Galicia, 19.383 pasaron por un examen precoz que, como destacó en su momento uno de los promotores del programa, el catedrático de Pediatría José María Fraga, "puede marcar la diferencia entre que un niño puede hacer una vida normal o padezca graves secuelas".

El programa gallego también despunta en el abordaje del hipotiroidismo congénito y las fenilcetonurias, las "principales" dolencias cribadas En la primera el intervalo del nacimiento a la confirmación diagnóstica (el tratamiento se inicia ese día) fue de media de 9,3 días en los 9 casos confirmados en 2015 cuando el Ministerio pone el tope en los 14, al igual que las fenilcetonurias. De esta patología no hubo casos el año pasado, pero entre 2000 y 2015 la media de edad para el inicio del tratamiento fue de 11,7 días.