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Movilidad geográfica de la contratación

La fuga de trabajadores gallegos crece al marcharse 50.000 y venir 27.500

El balance negativo de quienes emigran a otras autonomías en comparación con los que llegan con contrato de otras comunidades crece un 41% desde 2009 y un 10% desde 2014

La fuga de trabajadores gallegos crece al marcharse 50.000 y venir 27.500

La fuga de trabajadores se ha intensificado en el último año en Galicia. Han tenido que marcharse fuera de la comunidad por motivos laborales casi 50.000 personas, mientras que solo llegaron, procedentes de otros territorios, 27.444, lo que da un saldo negativo de 22.500 empleados menos. Se trata de la cifra más alta desde que se inició la crisis en 2009, que desde entonces no ha parado de subir y que ahora supone un incremento del 41,7% con respecto al balance registrado en el primer año de la recesión, según los datos de la movilidad geográfica difundidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

"En 2015 la movilidad geográfica se ha incrementado, tanto entre provincias como entre comunidades autónomas, alcanzado las mayores tasas desde comienzo del siglo", advierte el SEPE para el conjunto de España, haciéndose eco de una tendencia que sobre todo se ha acentuado "durante los últimos tres años". Entre 2009 y 2012, los desplazamientos interautonómicos por motivos laborales estaban por debajo de los 1,2 millones, pero a partir de entonces comenzó un escalada que alcanzó el pasado año los casi 1,6 millones.

Y Galicia no es ajena a esta dinámica, en la que la escasez de la oferta laboral lleva a los trabajadores a buscar empleo donde sea, aunque ello le suponga abandonar no ya la provincia, sino la comunidad de residencia habitual con tal de conseguir un contrato.

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Lo ideal sería que una comunidad atrajera trabajadores de otras regiones, dado que eso significaría la existencia de un mercado laboral activo. Pero en el caso de Galicia, al igual que en otras diez autonomías, sucede lo contrario. Son muchos más los que se tienen que ir que los que vienen. Concretamente, 22.519, porque el pasado año abandonaron Galicia 49.963 personas para trabajar en otras comunidades, mientras que hicieron el camino inverso solo 27.444.

El saldo negativo es un 10% superior al de 2014, cuando el balance neto fue de -20.358 empleados (se fueron 45.575 por los 25.217 que se incorporaron), pero si se compara con 2009, entonces la diferencia es mucho más abultada. Hace siete años, el saldo también era negativo, con -15.887 trabajadores (se marcharon 41.706 mientras por los 25.819 que vinieron), por lo que desde entonces la fuga de empleados se ha disparado un 41,7%, según los datos de SEPE.

La provincia gallega más afectada por esta dinámica laboral, en términos netos, ha sido la de Pontevedra. Perdió 10.486 trabajadores en 2015, que representan el 46% de todos los que tuvieron que abandonar la comunidad gallega. De hecho, el Servicio Público de Empleo Estatal advierte que junto con Córdoba y Sevilla, Pontevedra "figura entre las más emisoras durante los últimos años y además ha incrementado el saldo negativo".

En A Coruña fue un poco menor, con 9.588 empleados fugados -el 42% del total-, mientras que Ourense y Lugo, donde la población activa también es mucho menor, presentaron unas cifras mucho más contenidas, pero igualmente negativas. El saldo de Ourense es de -1.718 y el de Lugo, de -727.

El destino preferente de los trabajadores gallegos que han tenido que emigrar fuera de la comunidad lo conforman dos autonomías, Madrid y Cataluña. A la primera se fueron el pasado año 15.610 personas, mientras que a Cataluña se marcharon algo más de 8.000. Junto a estas dos, Baleares, Murcia, Navarra y País Vasco son las únicas que presentan balances positivos de trabajadores.

Casi 70.000 desplazados dentro de la comunidad

  • Si el desplazamiento fuera de la comunidad para trabajar fue muy acusado el pasado año, también lo fue la movilidad entre las provincias gallegas pero sin tener que salir de la autonomía, lo que ofrece muchas más garantías de poder mantener el mismo domicilio. En 2015 fueron 67.845 los contratos registrados que obligaron a los trabajadores a salir de su provincia de residencia, pero sin cruzar los límites de la comunidad.De ellos, algo más de 30.000 corresponden a la provincia de Pontevedra, de los que casi 22.000 se desplazaron para trabajar en A Coruña, por otros 5.200 que se fueron a Lugo o los 3.200 a Ourense. Casi ocho de cada diez desplazados fueron contratados en el sector servicios, mientras que la industria y la construcción motivaron la salida de un 20%. El resto, apenas un 1%, encontró acomodo en la agricultura y la pesca. Por el grupo de ocupación, el SEPE desglosa que 10.000 pontevedreses que salieron de su provincia el pasado año fueron técnicos y profesionales científicos e intelectuales, pero no detalla si se quedaron en Galicia o tuvieron que cruzar la frontera.En la provincia de A Coruña fueron 22.000 los que se desplazaron a alguna de las otras tres circunscripciones gallegas, de los que algo más de 13.000 recalaron en Pontevedra. A Lugo se marcharon casi 7.000 y algo menos de 2.000 a Ourense.De Lugo se movilizaron más de 8.000 trabajadores a alguna de las otras provincias de Galicia y de Ourense salieron casi 7.500 personas por sus contratos.

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