La deuda de los concellos gallegos con sus proveedores ha crecido un 15 por ciento en el último año. A pesar del estricto control al que el Ministerio de Hacienda somete a las entidades locales para que agilicen el pago de facturas, los últimos datos correspondientes al mes de marzo reflejan que los recibos pendientes de abono por parte de los municipios se han elevado hasta los 144,2 millones de euros (19,2 millones más que en el mismo periodo de 2015). En el caso de las ciudades, A Coruña sigue siendo la urbe que más adeuda a las empresas, un total de 16,6 millones, una cuantía cuatro veces superior a la que registra el Ayuntamiento de Vigo (4,4 millones de euros).
De hecho, las dos ciudades con menos deuda de Galicia son precisamente Vigo y Pontevedra. Esta última solo tenía pendiente de pago a fecha de marzo de este año 3,7 millones de euros.
Cuatro de las siete urbes han rebajado la cuantía de los recibos sin pagar, mientras que otras tres han incrementado su morosidad: Ferrol, Lugo y Ourense. En esta última ciudad el crecimiento de su deuda ha sido exponencial en el último año puesto que ha pasado de deber apenas 26.000 euros a tener pendientes de pago facturas por valor de 4,9 millones de euros. En Lugo también se acumulan los recibos sin abonar. De 6,5 millones ha pasado a casi el doble: 12,1 millones de euros. Igualmente Ferrol elevó su deuda, pero solo un 16 por ciento situándose en marzo en 5,8 millones de euros.
En el resto de urbes se ha reducido la deuda comercial. La mayor disminución fue la de A Coruña que logró rebajar su saldo pendiente en un 28,7 por ciento, si bien ésta es la ciudad que tiene con diferencia un mayor volumen de facturas sin pagar. De hecho, acumula un tercio de todos los recibos pendientes de abonar en las ciudades gallegas.
La segunda ciudad que más esfuerzo ha realizado en el último año para pagar sus recibos ha sido Vigo que logró en un año rebajar de 5,7 millones de euros a 4,4 millones sus facturas pendientes, lo que supone una reducción del 22,5 por ciento.
Santiago de Compostela debe ahora a las empresas un 17,7 por ciento menos, unos 7,2 millones de euros, y Pontevedra, que es la ciudad con menos deuda, logró rebarjarlo un 7 por ciento desde marzo de 2015.
Al margen de las urbes, el concello gallego con más deuda es Sarria (Lugo) con 3,8 millones de euros pendientes de pago, incluso más que la ciudad del Lérez. Le sigue el municipio pontevedrés de Vilanova de Arousa, que adeuda a sus proveedores 2,7 millones de euros. En tercer lugar se sitúa el ayuntamiento coruñés de Arteixo, con 2,6 millones de euros y, también en la misma provincia, Narón (2,4 millones).
En el lado contrario, hay otros 19 ayuntamientos que tienen deuda cero con sus proveedores. Es decir, pagan todas sus facturas al día. Se trata, sobre todo, de pequeños concellos que mueven presupuestos modestos. Cuatro de estos municipios están en la provincia de Pontevedra (Campo Lameiro, Cerdedo, Cuntis y Moraña), uno en Lugo y el resto en Ourense.
Y, al revés de las corporaciones locales, las diputaciones ha rebajado a la mitad su deuda comercial con proveedores: de 15,6 millones han pasado a solo 7,8 millones. Ourense tiene el mayor volumen de facturas sin pagar (3,8 millones), A Coruña y Lugo rondan los 1,8 millones y en Pontevedra solo tienen pendiente de abonar 255.000 euros.
