La calidad de las aguas de baño, tanto en playas como en los ríos, ha mejorado en el último año en la comunidad autónoma. El 92% supera la calidad mínima exigida por la UE y siete de cada diez áreas alcanzan la calificación de excelente. Además, se ha reducido de 41 a 33 el número de zonas de baño que suspenden por no cumplir los requisitos mínimos, según los resultados del informe elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente tras evaluar la calidad de las aguas en toda la UE. En las áreas con insuficiente calidad, la Unión Europea recomienda que se prohíba el baño o al menos que se desaconseje.

Las muestras se recogieron durante el pasado verano en zonas previamente seleccionadas y se presentan ahora, antes del inicio del periodo estival, porque la Unión Europea considera que así los turistas tienen una previsión de cómo será la calidad de las aguas en 2016. Lo que se analiza es la presencia de dos tipos de bacterias que funcionan como indicadores de contaminación por aguas residuales o por el ganado.

En toda España se rastrearon 2.189 zonas de baño y casi una cuarta parte de los muestreos (504) se efectuaron en Galicia. Los resultados en la comunidad son un poco peores que los obtenidos por España en su conjunto -el 95,5% superó el umbral de calidad-, que a su vez es uno de los países con más zonas de baño de mala calidad de la UE -el 2,6%-, según los datos difundidos por la Agencia Europea de Medio Ambiente.

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En el caso de Galicia, superaron el mínimo exigido de calidad a sus aguas 464 áreas destinadas al baño, lo que suponen el 92% del total. De ellas, 353 obtuvieron la máxima calificación -"excelente"-, lo que representa el 70%, mientras que 111 zonas -el 22%- consiguieron una evaluación de "buena" o "suficiente". Siete no se pudieron evaluar por fallos en los datos y 58 suspendieron. Solo tres de ellas están en Pontevedra, Sobreira (Moaña), Arealonga (Redondela) y Salgueirón (Cangas), cuando en la anterior edición eran ocho. Salen de la lista negra los arenales de Samil y A Calzoa de Vigo, la de Loureiro en Bueu, la de A Concha en Vilagarcía y las playas fluviales de Ponteareas y Tui. Por contra, se incorpora la de Cangas.

La mejora en la calidad de la aguas de baño de la provincia de Pontevedra contrasta con la situación de la de A Coruña, en la que vuelven a suspender 22 zonas -tres de ellas fluviales-. En esta circunscripción se encuentra el 33% de las áreas baño de Galicia con una calidad inferior al nivel mínimo que marca la Unión Europea. De la relación de arenales suspendidos en la anterior edición salen ahora las playas de Magdalena (Cedeira), O Prado (Corrubedo) y Mosqueiros (Ribeira), pero se incorpora la de Estorde (Cee) y dos áreas fluviales en el río Tambre en Brión y en Furelos en Melide.

En Ourense repiten las tres playas fluviales que ya no pasaron la criba en la anterior edición, mientras que en Lugo hay cinco, dos menos que en los análisis de 2014.

En el conjunto de España, suspendieron las resultados 58 zonas de baño, cuando en el año anterior fueron 67. Por tanto, más de la mitad de las playas españolas con mala calidad pertenecen a Galicia.