La querella de José Ramón Gómez Besteiro contra la jueza Pilar de Lara por la instrucción de la Operación Pulpo, en la que el ex secretario xeral del PSdeG está imputado por seis delitos, se ha encontrado con un primer muro. El de la Fiscalía, que se opone a la acusación hacia la magistrada por una supuesta "prevaricación judicial". La defensa de Besteiro apuntaba a que De Lara le achacaba la responsabilidad de viajes con posible financiación de la Diputación de Lugo cuando era presidente pese a que los hechos habrían sucedido en tiempos de su predecesor, Francisco Cacharro Pardo, e incluso omitir las fechas a propósito para poder mantener las imputaciones.

Por el momento se desconocen las razones que da la Fiscalía gallega para oponerse a la querella. Será el Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) el que ahora tome la decisión de si va o no adelante.

La abogada del que fue máximo responsable de los socialistas gallegos, Esperanza Ferreiro, también cuestionó ayer la actuación de la jueza y afeó la imputación de tres empleados del organismo provincial, testigos en el pasado, que ayer pasaron por la ronda de declaraciones. Circunstancias "curiosas" para Ferreiro porque "cuando se presta declaración como testigo y se ve un indicio de comisión de delito por su parte, tienes que parar en ese momento la declaración y tomársela como investigado", lo que permitiría al afectado la asistencia de un abogado.