La ronda de interrogatorios a investigados de la Operación Patos que arrancó hace tres meses prosiguió ayer en el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo. Y uno de los que compareció fue José Manuel Figueroa. El presidente del PP de Vigo, ciudad en la que también es concejal, fue citado a declarar en relación con presuntas actuaciones que le atribuyen cuando ocupaba el cargo de vicepresidente de la Diputación Provincial de Pontevedra. Pero en su comparecencia ante la juez negó haber cometido irregularidades. Sobre su supuesta intervención en la adjudicación del campo de fútbol de Coia, rechazó ilegalidad alguna, ahondando en que no tuvo intervención ya que esa es una cuestión que compete a los técnicos. Y negó que hubiese recibido como regalo navideño un reloj Heuer Carrera valorado en 2.675 euros por parte de la empresa Eiriña, propiedad de Enrique Alonso Pais, presunto cerebro de la trama. En esta cuestión precisó que desde siempre dio instrucciones para no recibir obsequios.

"Juez y fiscal están haciendo su trabajo; contesté a todas las preguntas y ahora espero que se tome una decisión cuanto antes y mi caso quede archivado para que esto se aparte de mi día a día", afirmó horas después de su comparecencia Figueroa. No quiso entrar en el contenido de su declaración por respeto a la actuación judicial, aunque, igual que manifestó públicamente el pasado septiembre tras levantarse el secreto de sumario, indicó que tiene el convencimiento de que actuó "correctamente". "Tengo la conciencia tranquila; siempre hice las cosas cumpliendo la normativa", había dicho entonces.

El fiscal pidió que se citase a Figueroa como investigado, algo que aceptó la magistrada, en relación con la concesión del campo de fútbol y vestuarios de Coia, obra que rondó el millón de euros. El grupo UDEF de la Policía Nacional hizo constar en el sumario que ese contrato fue "del todo punto ilegal" y estimó demostrada "la comunidad de interés surgida entre Enrique Alonso Pais, Rafael Louzán [citado a declarar como investigado el 17 de febrero] y el vicepresidente" entonces de la Diputación, José Manuel Figueroa. Frente a lo recogido en las actuaciones, el investigado negó ayer en el juzgado que tuviese intervención en la adjudicación, afirmando que esa es una cuestión de los técnicos. Así, habría ahondado, como consta en el expediente, que los baremos de puntuación competen a este personal técnico.

Sobre la concesión de esta obra, en el sumario se cita una reunión "secreta" en un hotel en Vigo del dueño de Eiriña, Figueroa y la exdelegada de la Xunta en Vigo María José Bravo Bosch. Como declaró esta última, el exvicepresidente de la Diputación señaló que en ese encuentro no se habló de trabajos, sino que lo circunscribió a cuestiones internas del partido. Y a la hora de describir su relación con Alonso Pais, se refirió precisamente a que lo conocía porque era afiliado del PP. Sobre conversaciones telefónicas en las que Pais se refiere a él, Figueroa negó que fuese cierto lo que se decía en ellas.

Ayer también declaró como investigado Francisco Javier Carballeda, que fue jefe de gabinete de la exdelegada de la Xunta en Vigo, por presuntas irregularidades en contratos de obras o en la adjudicación de un curso. Manifestó que no tenía capacidad de tomar decisiones sobre esos trabajos y que sus conversaciones con Pais eran, según fuentes jurídicas, en relación con unos locales en Navia para políticas sociales. Sobre una conversación con el dueño de Eiriña en la que le dijo "Tus gestiones van... todas bien; si eres el enchufado de la Delegación", atribuyó tal expresión a una ironía.

El tercer investigado que compareció ayer fue el técnico de la Xunta Alfonso Fernández Comesaña, que negó haber cometido irregularidades en obras o haber pedido a Pais que mediara para que le mejoraran en su puesto de trabajo. Sí relató que estaba descontento con su posición en relación con su carga de trabajo.