El exministro de Fomento, ex vicesecretario general del PSOE y ahora eurodiputado José Blanco ha emprendido una campaña para reforzar su presencia en Galicia y su proyección dentro del partido con gestos que una parte de los dirigentes socialistas interpretan que están más orientados a asumir un eventual relevo de Besteiro que como desarrollo de la actividad de un europarlamentario, sobre todo por la imputación judicial que pesa sobre el secretario xeral del PSdeG y que puede condicionar su futuro.
Dos acciones concretas de Blanco han levantado las suspicacias en sus propias filas. Ha invitado a una veintena de alcaldes y concejales socialistas a Bruselas para conocer las líneas de financiación europea y ha remitido una carta a las agrupaciones locales del partido en Galicia en la que se ofrece para participar en los actos de campaña que consideren oportunos.
El exministro de Fomento pretende aprovechar las elecciones generales del 20 de diciembre como un trampolín para ganar presencia en Galicia. Se trata de una iniciativa que ha sorprendido a no pocos alcaldes y portavoces municipales, puesto que durante los años que José Blanco manejó el poder en el PSOE como mano derecha de Zapatero y luego como ministro, nunca se había producido un ofrecimiento masivo para dar mítines.
Opinión que encaja con las declaraciones del propio José Blanco hace casi un mes cuando reclamó un "tiempo nuevo para el partido", al tiempo que se evitaba pronunciar sobre el futuro político de Besteiro debido a su imputación y se ofrecía a "cooperar" en el proceso de cambio en Galicia.
En la carta, fechada el pasado día 9, el eurodiputado asegura que las elecciones del 20 de diciembre son "clave" y tan "determinantes" como las del año 1982. "Consciente de la necesidad de que todos los militantes socialistas debemos dar lo mejor de nosotros mismos para devolver a nuestro partido al Gobierno, quiero ponerme a tu disposición para participar en los actos de campaña que consideres oportuno", cuenta Blanco.
En esta campaña de proyección se incluiría también la visita de una veintena de alcaldes y concejales que esta semana viajaron a Bruselas invitados por Blanco, entre los que se encontraban representantes de Ares, Silleda, A Guarda, Sarria, Fisterra, Ferrol, Muxía, Ponte Caldelas o Vimianzo. Y en enero volverá otra delegación a Bruselas.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rechazó ayer "utilizar la tragedia" del accidente ferroviario de Angrois para "buscar rentabilidad política", al tiempo que puso en duda que otros dirigentes de fuera, como los de la UE, puedan ser más "sensibles" hacia las víctimas que los gallegos. Así lo dijo tras ser preguntado por las declaraciones de José Blanco, quien recientemente negó ante las víctimas en Bruselas responsabilidades políticas sobre el siniestro ferroviario y las derivó hacia la gestión de la ministra Ana Pastor. Feijóo evitó pronunciarse alegando que no conoce las últimas palabras de Blanco, aunque sí las "penúltimas", en las que aseguró que no sabía que el tren se puso en servicio sin el sistema de seguridad ERTMS.
El presidente de la Xunta replicó que él no ha utilizado, ni lo hará, una tragedia para "buscar rentabilidad política", ya que no es su "forma de entender" el compromiso que, "desde el primer momento", se adquirió con las víctimas y con sus familias. "Otros fueron responsables del Ministerio; allá ellos, su decisión y forma de entender una tragedia sobre la que yo espero y deseo que se haga justicia con ella", comentó. Nada quiso replicar Ana Pastor, quien aseguró que el ministerio apoya a las víctimas y a la Justicia en la investigación.
