El Foro Económico de Galicia defiende que la supervivencia del sector lácteo solo se garantiza “abordando los problemas de fondo”. Así lo acaba de señalar en Santiago el director de la entidad, Santiago Lago, quien presentó un informe sobre el sector en un escenario de desaparición de cuotas. “O abordamos los problemas de fondo o tenemos que vaya a ser un asunto recurrente”, advirtió, en alusión a la crisis de precios que viven los ganaderos. A su juicio, el lácteo es un sector “clave”, no solo para la economía de Galicia, sino porque “articula el territorio del país”. “Es algo que nos tenemos que tomar en serio”, reivindicó.

El profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago Edelmiro López fue el encargado de presentar un informe que aborda el diagnóstico de la situación, cuáles son los principales problemas del sector y realiza varias propuestas. López se pronunció en relación al problema de los precios, que provocó una intensa movilización de los ganaderos que culminó con una huelga de entregas que entre los productores se definió como “histórica” y con un acuerdo en Madrid entre los tres eslabones de la cadena (productores, industria y distribución) que buscaba la mejora de los pagos a los ganaderos.

Sobre ese acuerdo, sostuvo que “nació cojo porque la mayor parte del sector queda fuera”, lo que a su juicio supone “una primera debilidad”. “Pero sobre todo porque lo que se establece son acuerdos de intenciones”, critica. Aunque admite que “no es posible establecer administrativamente los precios”, sí es posible, defiende, que “los compromisos que establecen voluntariamente representantes de industria, distribución y productores lleven aparejado sistemas de control y un sistema sancionador”. “Y ahí es donde sí entra el Gobierno”, añadió, para considerar que estos acuerdos de septiembre “no tienen ese tipo de mecanismos”. Y por tanto es un acuerdo, proclamó, “de buenas intenciones”.

Por otra parte, López reconoció que “no es posible establecer un precio mínimo para la leche”, y tampoco “deseable” en una economía de mercado. No obstante, enfatizó que “lo que sí es posible desde los gobiernos es crear las condiciones para que entre ganaderos, industria y distribución lleguen a acuerdos que garanticen un precio mínimo”, que es, señaló, “lo que sucedió en Francia”.

En esa línea, aseguró que los gobiernos pueden crear “las condiciones para que la parte más fuerte se siente con la más débil y reforzar el poder de negociación de la parte más débil”. En el caso español eso implicaría lograr que las organizaciones de productores puedan “negociar colectivamente precios”. Por otra parte, considera que “no serviría de nada apretar las clavijas a la industria” si no se consigue “cambiar la relación entre industrias y distribución”. “A medio y largo plazo creo más en un reforzamiento de la industria que permita pagar mejores precios a los productores”, defendió. Por todo ello, reinvidicó “una mayor implicación de los poderes públicos” en “estabilizar” la relación entre ganaderos e industrias.