En su relato del día 21 de septiembre de 2013, jornada en la que se desencadenaron los hechos que acabarían, ya de madrugada, con el cadáver de la niña tendido sobre el talud de la cuneta de la pista de Feros, Alfonso Basterra fue tajante en su declaración, asegurando que había estado toda la tarde en su piso. Describió que cocinó albóndigas, que guardaría en el congelador, además de leer. Expresó además que no apagó el móvil, "nunca lo apago", indicó. Varios testigos declararon que lo vieron esa tarde por el centro de Santiago, incluso con la niña, un hecho que no pudo ser probado por las cámaras analizadas, que no captaron en ningún momento de la tarde a Basterra, hasta ya entrada la noche, que saldría a buscar a la niña por las inmediaciones de ambos pisos, cercanos entre sí, en el centro de la ciudad.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se encargaron de analizar a través de la posición de los móviles la ubicación de los padres de Asunta, únicos imputados por la muerte de la niña, confirmaron ayer en la presentación de las pruebas periciales que el móvil de Alfonso Basterra no tuvo conexión alguna entre las 12.01 horas de la mañana y las 20.43 horas, los únicos momentos en los que fue captado. Esto coincidiría con su teoría de que permaneció en su casa y con el móvil encendido. "Tiene una comunicación al mediodía, en la que le llaman del piso de la madre a él y a las 20.43 horas hay una llamada de voz de él al piso de la madre, infructuosa, sin respuesta", explicó el agente de la unidad operativa. ¿Y entre este tiempo? "Poco podemos decir, que no ha recibido ninguna comunicación", añadió el agente, de modo que estaría "apagado o conectado a una wifi", sin voz ni mensajes. ¿Podría estar encendido? "Sí", contestó el agente. El móvil lo sitúa en su domicilio de Santiago. A partir de las 20.43 horas, según el testimonio de los agentes, el teléfono de Alfonso empezó a funcionar con mayor periodicidad, con varias llamadas hasta más tarde de las tres de la madrugada, que coincidiría con el periodo en el que buscan a la niña, ya desaparecida. La abogada de Alfonso Basterra, Belén Hospido, preguntó a los agentes si tanto entre las doce y casi las nueve de la noche y también durante todas las llamadas realizadas después la ubicación de Basterra era "Santiago", centro. Contestaron que sí.

Sin respuesta

Una de las novedades que desvelaron los agentes en el seguimiento de los móviles fue una ronda de llamadas realizada desde el teléfono fijo del piso de Rosario Porto a su móvil, sin que en ninguna de las tres ocasiones se lograra una conversación. Rosario Porto no contestó o saltó el buzón de voz. Todo apunta a que pudo ser Asunta, que llamaría a su madre al móvil desde el piso. La primera de las tres llamadas se realizó a las 17.43 horas de ese día, media hora después de que Asunta Basterra saliese de casa de sus padres tras comer allí. Una cámara captó a la pequeña caminando con normalidad por la acera a las 17.20. Ya a las 18.20 la cámara de Galuresa captaría la imagen del Mercedes, con Porto y Asunta dentro. Es decir, en el momento en el que se producen dichas llamadas la niña podría estar en el piso. Queda la duda del instante exacto de la ingesta de Orfidal, si fue durante la comida o después. En cuanto al teléfono móvil de la niña, realizó su última conexión de datos a las 17.38 horas en las inmediaciones de los domicilios de sus padres, explica el informe, que no refleja una conexión para enviar un mensaje de "Whatsapp" a un grupo de amigas a las 17.25 horas. "Pudo estar conectado a una red wifi", explicaron los técnicos.

¿Y el móvil de Rosario Porto? Registró una conexión a las 14.29 horas del 21 de septiembre, cuando se encontraba en la zona de influencia tanto de su domicilio como del de Basterra. Después se conectó de nuevo con el operador, sobre las 19.29 horas, desde la casa de Montouto y no registró más actividad hasta las 21.51 horas, cuando recibe un SMS en el centro de Compostela.