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La cesta de la compra se encarece desde 2010 en Galicia

Los precios de los alimentos subieron un 8,4% desde 2010 ► El aceite se dispara un 20%

Los once meses consecutivos de caída libre en los precios, entre abril de 2014 y el pasado mayo, avivaron el fantasma de la deflación, uno de los peores males que podrían atizar a la economía del país. El ciudadano frena el bolsillo ante la expectativa de que bajarán todavía más y el consumo, el principal motor del crecimiento en estos momentos, se resiente. Después de la tregua durante la campaña estival, el índice que mide la evolución del coste de la vida, el IPC, volvió al redil y acumula hasta octubre un descenso del 0,9%. Pero tanto ahora como durante el largo periodo de recorte constante, el principal protagonista del signo negativo es el petróleo. El desplome de su cotización en los mercados internacionales incide en las tarifas de los combustibles, uno de los productos con más peso en el IPC; y teóricamente en la mayoría de artículos porque todos necesitan del transporte para poder llegar al consumidor. Pero de esa tendencia se alejan los alimentos, que sí están siguiendo un comportamiento inflacionista. La cesta de la compra se encarece este año el 1,1% en Galicia y suma ya seis ejercicios al alza. Un 8,4% en total desde 2010, tres décimas por encima de la media y uno de los mayores incrementos registrados en las comunidades.

Porque, de hecho, Galicia es una de las pocas excepciones en las que ni siquiera hubo, al menos, un año al completo con rebaja en los productos básicos para los hogares desde el estallido de la crisis. En casi todas las regiones, el de 2014 fue un ejercicio de notable descenso en el coste de la cesta de la compra. Del 0,3% en el conjunto del Estado. Para los gallegos, sin embargo, los precios aumentaron un 0,1%. Un suma y sigue sobre las destacadas subidas registradas en los años previos: el 2,7% en 2011, un 2,5% en 2012 y el 1,5% en 2013.

La cesta de la compra se desvincula definitivamente de la variación general de los precios. Esa subida del 0,1% el pasado año destaca sobre una caída del IPC al completo en Galicia del 1%. Entre enero y octubre de este año va un aumento del 1,1% en la alimentación, frente a un descenso de la inflación general del 1,1%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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¿Todo el más caro en la tienda? No. Muy por encima del resto se sitúa el aceite. Una botella cuesta hoy un 21,2% más que al comienzo del año. Sencillamente porque hay poca materia prima disponible y la meteorología no invita a pensar que las cosas mejorarán. De hecho, según publicaba ayer el diario Expansión, las reservas de aceite en envasadoras y refinerías españolas no estaban en niveles tan bajos desde 2003. Algo parecido le ocurre a la patata. Las buenas temperaturas de la primavera y la ausencia de lluvias en verano dejan una cosecha de mejor calidad, según los sindicatos agrarios, pero en menor cantidad. La evolución de su precio es clara: un 13,3% más caras este año.

A continuación se coloca un producto clave en la alimentación. La fruta fresca. Se encareció cerca de un 8% en este 2015%; algo menos, un 5,3%, sus conservas y los frutos secos. Los otros alimentos inflacionistas en Galicia son el marisco (2,8%), los cereales (1%), los preparados de legumbres y hortalizas (0,9%) y el café, el cacao y las infusiones (0,8%).

Hay otra parte de la compra habitual de las familias que sí permite respirar con cierto alivio. El azúcar, por ejemplo, se abarató hasta octubre un 6,7%. La radiografía de los precios que ofrece en INE permite comprobar el efecto de las ofertas agresivas, muy criticadas por los ganaderos, en la leche por parte del sector de la distribución. El litro arrastra este año un descenso de precio del 4,6%. El segundo alimento con mayor recorte en Galicia y un punto por encima del descenso medio entre las comunidades. Les siguen las legumbres y hortalizas (-4%), el pescado (-2,1%), el cordero (-1,8%), el agua, los refrescos y los zumos (-1,6%) y la carne de ternera (-1,4%). La de cerdo, junto con el pan y los productos lácteos, en cambio, se mantienen en costes similares.

El de Galicia es uno de los mayores encarecimientos de la cesta de la compra en España. Cataluña está a la cabeza de la subida de precios, un 9,5%; junto con Baleares y País Vasco, ambas alrededor del 8,9%. Del otro lado están Canarias (1,8%), Navarra (5,4%) y Extremadura (6,2%).

¿Y qué está ocurriendo con otros artículos importantes para el presupuesto familiar? Pues pese a la caída de la tarifa de los carburantes, el transporte público interurbano elevó sus precios en Galicia un 3,2% en estos nueve meses. El ocio nos cuesta un 2,9% más; un 1,6% irnos de bares; y un 1,3% más los medicamentos. El efecto de las rebajas todavía se nota. La ropa se abarató un 15% en el caso de las prendas de mujer; un 14% las de hombre; y un 11% las de bebé. Los servicios para casa -luz, agua y calefacción- bajaron un 6,5%.

El fenómeno de la alimentación inflacionista se da en un evidente escenario de devaluación salarial. Con todo lo que eso representa para afrontar el coste de la vida. Según el informe sobre el mercado de trabajo de la Agencia Tributaria, entre 2011 y 2013 el salario medio en la comunidad cayó un 5%, hasta los 17.770 euros. La encuesta del coste laboral elaborada por el Instituto Galego de Estatística (IGE) revela que en el segundo trimestre de este año la hora de trabajo en Galicia se pagaba un 12,2% menos que a finales de 2010.

La incidencia de la menor renta disponible y la situación de los precios se notó, y mucho, en los hábitos de consumo en Galicia durante los años más duros de la crisis. En 2012, hasta el 44% de los hogares reconocía optar por las marcas blancas y productos en oferta para ahorrar.

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