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Yo compro tu casa y tú la mía

En ocho años más de 4.200 viviendas en Galicia se transmitieron a través de permutas. La crisis multiplica las recibidas por medio de herencias

¿Qué pueden tener en común una pareja joven a punto de tener descendencia con otra de jubilados que ha visto ya como sus hijos alzaban el vuelo del hogar? Tal vez la primera considere que el pisito en el que hacían casi vida de estudiantes se les va a quedar pequeño ahora que la familia aumenta, mientras los segundos, que se habían construido una casa en el campo para ver crecer a sus retoños en un entorno amplio y saludable, empiecen a preocuparse por los achaques de la vejez y por lo bien que les vendría estar más cerca de todos los servicios.

Los suyos son uno de los perfiles que más protagonizan un fenómeno que en los últimos ocho años ha protagonizado en Galicia un total de 4.266 operaciones de compraventa de viviendas y que se denomina permuta, que consiste en entregar una casa a cambio de la otra, con el matiz de que hay que abonar la diferencia en el caso de la más cara. Tampoco faltan quienes tienen que cambiar de domicilio por motivos laborales y están dispuestos a cambiar un piso en la costa por un apartamento en Móstoles o simplemente otros que tienen dificultades para pagar su hipoteca y no consiguen encontrar comprador para su hogar.

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Esta variante en la transmisión de derechos de la propiedad es una respuesta natural a un par de problemas derivados de la crisis, como son la falta de liquidez y la falta de crédito, tal y como explica Javier Rodríguez, director general de la empresa gallega Truekecasa, una firma inmobiliaria que en la actualidad se encuentra en expansión y que en su carta apuesta, además de por el alquiler y la tradicional venta, por el intercambio de propiedades.

Piso que se cambia por chalet, chalet que se cambia por piso o incluso piso que se cambia por finca o local comercial y eso negociable. Todas las variantes se reflejan en los anuncios publicados en las webs especializadas. Por ejemplo, hay quienes prefieren olvidarse de las Rías Baixas y empaparse de aires mediterráneos, como la de un propietario de un piso de Cangas que busca permuta con uno de Castellón, Murcia, Valencia o Alicante. Ocurre lo mismo con otro situado en Pontevedra ciudad, que debe recalar en Andalucía por motivos de traslado de trabajo. Otros, en cambio, quieren dejar el interior e irse al mar, como un propietario de un chalet en Lalín con una finca de buen tamaño que aspira a un nuevo domicilio en Vigo, Nigrán o Baiona.

Javier Rodríguez explica que el punto de partida puede ser la falta de liquidez. Que alguien necesite comprar una vivienda pero antes debe vender la propia para disponer de efectivo para hacerlo. "Si llego a acuerdo con otra persona solo tengo que pagar el diferencial, si lo hay, y eso reduce el dinero que preciso", argumenta Rodríguez. Pero también, recalca, influye la falta de crédito. Si alguien se compra una casa sin vender la suya antes, podría tener dificultades para acceder a un crédito, asegura, o, en el caso de que lo consiga, podría tener que afrontar dos. Una permuta puede solventar esa dificultad, al menos en parte.

Precisamente, a su juicio, el no tener que disponer de dinero y no tener que disponer de crédito son las "ventajas" de las permutas. Inconvenientes, afirma, no le ve demasiados a esta opción. Únicamente que a veces las personas tienen que ceder y conformarse con algo que no es justamente el ideal que buscarían de otra forma. Es decir, que no responde "al cien por cien con los requisitos que valorarías, pero te resignas a algo que te vale", argumenta el director de Truekecasa. Con todo, concede que lo habitual es que los interesados intenten vender su vivienda por la vía ordinaria antes. Suelen recurrir a la permuta cuando no son capaces de vender, señala. También, añade, es una cuestión de cultura. En zonas como Madrid, por ejemplo, "todo el mundo pide trueque", mientras en A Coruña su agencia ronda la veintena al año. Pero la moda se extiende, señala, y cada vez hay más páginas dedicadas a esta posibilidad.

Legados familiares

Aunque las operaciones de permuta (que no siempre se consigna como tal en el INE, porque en realidad se producen dos operaciones de compraventa) hayan sido significativas en Galicia durante los últimos años, la cifra es muy reducida si se la compara con la transmisiones de propiedad de vivienda que se produjeron desde 2007 a través de las herencias.

En un momento en que la coyuntura económica negativa pone la compra al alcance de pocos (las operaciones disminuyeron casi un 17% durante estos ocho años), y pese a que cada vez son más quienes renuncian a herencias por no asumir también las cargas que conllevan, el número de viviendas que fueron transmitidas como legados sufrió un incremento de un 16,7% desde 2007. Hasta el punto de que solo durante el año pasado se transmitieron por esa vía más de 5.000 viviendas en Galicia, lo que supone una de cada cinco de las que cambiaron de manos.

El INE también registra los casos de donaciones, que el año pasado fueron 341, y más de tres mil en estos ocho años, aunque la tendencia con respecto a 2007, antes de la crisis, es a la baja (un 16% menos). Finalmente, analiza el epígrafe "otros", en el que engloba por ejemplo daciones en pago o ejecuciones hipotecarias, que superaron las 82.000 durante el mismo período.

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