La Xunta dejó sin abonar el pasado año facturas por 489 millones de euros, de manera que estos gastos tendrán que ser afrontados en el actual ejercicio. Aunque es la quinta comunidad autónoma que cerró 2014 con mayor volumen de deuda a proveedores, el Gobierno gallego consiguió, sin embargo, reducir en 2014 la cifra de pagos pendientes en un 20 por ciento. No es la única administración que queda a deber en su cuenta de gastos al terminar el año. Ayuntamientos y diputaciones de Galicia acumularon 160,5 millones de euros en recibos sin abonar al cierre de 2014. La asfixia económica que sufren los municipios gallegos se refleja en que la mayor parte del dinero que adeudan se corresponde con gastos corrientes. Solo en recibos de agua, luz o teléfono los concellos y diputaciones provinciales de la comunidad autónoma deben más de 90 millones de euros.
Lo habitual es que la Consellería de Facenda cierre el ejercicio presupuestario en octubre o noviembre, antes del término real del año, y a partir de esa fecha no se aceptan más facturas. Su pago queda aplazado hasta el año siguiente. El hecho de no autorizar más gastos a partir de determinadas fechas viene justificado por el objetivo de cumplir con el déficit marcado por el Gobierno central. Aunque es una práctica contable habitual, el Consello de Contas ha reprendido en más de una ocasión a la Consellería de Facenda por desplazar gastos de un año para otro.
Los 489 millones de euros no son además los únicos pagos que quedan pendientes en la Xunta al cerrar el año. Son solo aquellos reconocidos en los presupuestos. Al margen de esta cantidad, el Gobierno gallego también deja en el cajón facturas que no están contabilizadas en las cuentas autonómicas y que pospone a otros ejercicios. En 2013 estos gastos no reconocidos habían alcanzado los 240 millones de euros.
Según los datos del Ministerio de Hacienda, las obligaciones de pago incluidas en los presupuestos de Galicia el pasado año ascendían a 8.334 millones de euros, de los cuales dejó sin pagar el 0,5 por ciento.
En conjunto las comunidades autónomas cerraron 2014 con 121.170 millones de euros pendientes de abonar, fundamentalmente a sus proveedores. Galicia ocupa el quinto puesto como la comunidad con más deuda, solo por detrás de Cataluña (2.276,2 millones), Andalucía (2.259,8 millones de euros), Madrid (1.124,2 millones de euros) y el País Vasco (592,5 millones).
Los ayuntamientos y diputaciones también dejan facturas sin pagar. Fueron más de 160 millones en 2014. A pesar de ello, en el último año redujeron su deuda en un 5,5 por ciento -son casi diez millones menos en relación al ejercicio de 2013-.
Plan de pago a proveedores
Durante 2012 y 2013 el Gobierno central abrió una línea de financiación destinada a los ayuntamientos para que pudieran saldar sus deudas con los proveedores. Se trataba no solo de sanear las cuentas municipales sino también de dar un balón de oxígeno a los autónomos pendientes de cobrar sus servicios a la administración municipal. En Galicia se beneficiaron de este plan de pago a proveedores 179 concellos que cobraron 220 millones de euros. Sin embargo, el pasado año dejaron de contar con este instrumento del Ministerio de Hacienda. A pesar de ello ayuntamientos y diputaciones lograron bajar sus facturas pendientes.
Si se tiene en cuenta el conjunto de entidades locales, incluidas las mancomunidades y entidades menores de Galicia, los pagos que quedaron en el cajón el pasado año suman 153 millones. Sin embargo, solo municipios y corporaciones provinciales adeudan 160 millones de euros, lo que significa que tanto mancomunidades como entes menores no solo están al corriente de sus compromisos económicos sino que incluso han adelantado pagos.
De los 160 millones de quedan a deber los concellos gallegos, 85,5 son gastos corrientes y 35,5 corresponden a inversiones. El resto se reparte entre nóminas (4,3 millones), transferencias corrientes (14,3 millones) y transferencias de capital (3,6 millones).
