Médicos, investigadores y farmacéuticos concuerdan en que el abuso de antibióticos puede provocar un grave problema de salud pública puesto que su uso inadecuado genera resistencia en las bacterias y los tratamientos dejan de ser eficaces, pero discrepan a la hora de señalar a los facultativos como los responsables de que se esté produciendo un mal uso de estos fármacos en Galicia. La Consellería de Sanidade alertó que los médicos de familia están prescribiendo estos fármacos "en exceso" y les ha pedido que sean "más cuidadosos". La Asociación de Medicina Familiar y Comunitaria lo ratifica e incluso pone cifras."Sobran más de la mitad de los antibióticos que se están recetando", estima su presidente, Jesús Sueiro, que además responsabiliza a su colectivo por prescribir "con premura" y someterse a la "presión social de que todo se cura con antibióticos".
Su opinión difiere, sin embargo, de la expresada por los colegios de médicos que eximen de culpa al profesional de los centros de salud. El presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra, Luis Campos Villarino, niega que se estén recetando antibióticos en exceso, opinión que matiza el presidente de los facultativos gallegos, Luciano Vidán, que considera que sí hay margen para reducir las recetas de estos fármacos, aunque justifica el trabajo de los médicos de Atención Primaria porque "no pueden hacer pruebas con cada catarro para asegurarse de que está provocado por una bacteria".
Sin embargo, desde la Asociación de Medicina Familiar son mucho más críticos. Su presidente Jesús Sueiro es contundente: "Hay un abuso de los antibióticos. No es una opinión. Es una evidencia", defiende.
Según explica, un estudio realizado en Estados Unidos concluye que el 51 por ciento de los antibióticos recetados no eran necesarios. "Con casi toda seguridad aquí también sobran la mitad de los que se prescriben", apunta. Y como prueba señala un dato: "en 2012 en el área sanitaria de Santiago se recetaron dos millones de dosis de antibióticos para infecciones respiratorias, lo que supondría que el 70 por ciento de los habitantes de esta zona habría tenido una infección bacteriana, algo que es imposible".
¿Y por qué se prescriben tantos antibacterianos? El responsable de la Asociación de Medicina Familiar cree que hay un componente social. "Parece que hoy en día no nos podemos poner enfermos. Si tenemos fiebre, queremos algo que nos cure y seguir trabajando, cuando antes cuando uno estaba enfermo simplemente guardaba cama", explica.
Y los médicos de familia, según reconoce, se dejan arrastrar por esta "presión social". "Necesitarían más tiempo para poder explicar al paciente por qué no recetan antibióticos", señala.
Sueiro explica que hay muchas enfermedades bacterianas que terminarían curándose solas y sin necesidad de antibióticos como una otitis. Y, según Sueiro, ya existen guías de práctica clínica que aconsejan no recetar antibióticos en una bronquitis hasta que el paciente presente una sintomatología de quince días con tos.
El responsable del Laboratorio de Inspeccion y Control de Higine de Alimentos de la Universidad de Santiago (USC), Carlos Franco, que lidera un grupo de investigación sobre la resistencia de los antibióticos, defiende que en los países avanzados como España existe ya un mayor control sobre los antibióticos, pero advierte que, aún así, todavía hay un abuso. En todo caso, defiende la labor de los médicos de familia porque "es difícil establecer pautas clínicas sobre cuando prescribirlos". "Lo normal es que primero receten y después hagan las pruebas para confirmar si es una bacteria, porque no pueden esperar cuando está en juego la vida de una persona", explica.
Para el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ourense, Vicente Jairo Álvarez, no caben dudas: "los médicos no recetan ningún antibiótico que no se necesite". Así, en contra del informe elaborado por la Consellería de Sanidade que advierte de que se prescriben antibacterianos "en exceso", el responsable de las boticas ourensanas defiende que "no hay mala práxis". "Pongo la mano en el fuego por que los médicos prescriben correctamente", declara.
Vicente Álvarez no ve en todo caso razones económicas para recetar menos antibióticos, puesto que son unos fármacos baratos.
En su opinión, es más preocupante la cantidad de antibióticos que se ingieren a través del consumo de carnes. "No conocemos las dosis que les dan a los animales y como se traslada a los humanos", denuncia.
