Los hogares más castigados por la pobreza son las familias con hijos. Es una de las conclusiones del último informe de Unicef sobre "La infancia en España" que revela que el 21,5 por ciento de la población infantil de Galicia está en riesgo de pobreza -un total de 84.000 menores, un 7 por ciento más que hace tres años-. Y esta organización alerta además de que 12.000 de estos niños sufren ya "carencias materiales severas" en sus hogares.

El estudio considera que hay privaciones severas cuando la familia carece al menos de cuatro de un total de nueve indicadores que se usan para conocer el grado de bienestar de un hogar: disponer de lavadora, televisor en color, teléfono, pagar a tiempo sus facturas, tener capacidad para afrontar gastos imprevistos, poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada, irse de vacaciones al menos una semana al año y comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días.

Al tres por ciento de la población infantil de Galicia le faltan al menos cuatro de estas cosas, lo que traducido a números serían 11.700 menores. A pesar de ello, la comunidad gallega está entre las autonomías con menor incidencia de la pobreza infantil. Frente a este tres por ciento de menores que sufre carencias materiales severas hay un ocho por ciento en España.

Además es la quinta comunidad con menor riesgo de pobreza de su población infantil, solo por detrás de Cataluña (20,2 por ciento), Madrid (17,5 por ciento), País Vasco (16,2 por ciento) y Navarra (14,8 por ciento).

Se considera que están en riesgo de pobreza aquellos niños que viven en hogares con unos ingresos por debajo del 60 por ciento de la mediana de las rentas anuales en el conjunto nacional. Es decir, las familias gallegas con dos niños menores de 14 años estarían bajo el umbral de la pobreza si ganan menos de 16.513 euros al año.

En Galicia suman 84.000 los niños que viven en hogares bajo este umbral económico. Son 5.400 más que el último estudio realizado por Unicef en 2010 cuando la tasa de riesgo de pobreza infantil se situaba en el 20,1 por ciento.

Sin embargo, tal y como refleja Unicef en su informe hay otras estadísticas que elevarían el porcentaje de niños que pasan penurias. Otra forma de medir la pobreza es el indicador Arope de la UE, que además de contabilizar los hogares que ingresan un 60 por ciento menos que la mediana nacional, también tiene en cuenta las carencias materiales severas y la falta de trabajo en el hogar. En este caso, el porcentaje de menores gallegos que viven en hogares con dificultades económicas ascendería al 25,9 por ciento.

En España la pobreza alcanza a 2,3 millones de niños, el 27,5 por ciento de la población infantil. Unicef denuncia además que el Gobierno central y las comunidades redujeron la inversión en infancia un 14,6 por ciento entre 2010 y 2013. Según sus cuentas, recortaron 775 euros por cada niño, volviendo así a cifras previas al año 2007.