El juez que abrió la Operación Orquesta sobre una presunta trama de corrupción en la Costa da Morte a tres semanas de las elecciones municipales de 2011 se hará cargo de la investigación sobre el accidente ferroviario de Angrois en el que fallecieron 79 personas. El Consejo General del Poder Judicial resolvió ayer el concurso de traslado de Luis Aláez, hasta ahora titular del juzgado de instrucción número 3 de Santiago que dirigía esta causa, que ahora pasará a manos de Andrés Lago Louro.

Aláez había solicitado un cambio de destino alegando motivos personales. Logró plaza como titular del juzgado de lo Penal número 1 de la capital gallega. Solo faltaba la confirmación del CGPJ, que se produjo ayer.

Lago Louro (Muros, 1973) lleva un año en la ciudad en comisión de servicio en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2, de donde llegó tras pasar por Corcubión (A Coruña) y Cistierna (León). Sobre la mesa se encontrará la instrucción sobre la mayor catástrofe ferroviaria de la historia de Galicia provocada por el descarrilamiento de un Alvia el 24 de julio del año pasado.

El actual instructor ha rechazado focalizar la responsabilidad en el maquinista del convoy, Francisco José Garzón, por el momento el único imputado en la causa. Este reconoció haber recibido una llamada telefónica del interventor antes de acceder a la curva de A Grandeira y que su despiste provocó que tardase en frenar, por lo que el tren descarriló.

Aláez parece no haberse conformado con esa tesis, pues imputó a una veintena de cargos de Adif y Renfe, gestores de las vías y el ferrocarril, por entender que la falta de medidas de seguridad no corrigió un error humano, aunque la Audiencia Provincial tumbó esa decisión. Seguir o no esa senda compete ahora a Lago Louro, que ya se hizo cargo de varios casos polémicos durante su estancia en Corcubión, un juzgado de paso donde varios magistrados se pasaron el macroproceso del Prestige.

Con fama de afable y humilde, a Lago Louro no parece temblarle el pulso ante la clase política. Por ello abrió una investigación por presunta corrupción que provocó la detención de los alcaldes de Fisterra y Mazaricos -ambos del PP- y del de Cee, independiente. Los tres esperan la apertura del juicio.

Además, en su estancia de ocho años en Corcubión se hizo cargo de una investigación sobre el uso de la dinamita en la pesca de la sardina en Camariñas y del cadáver desaparecido en Cee.

Casado con María y con dos hijos y con un hermano guardia civil, Lago Louro, defensor del gallego y magistrado desde 2004, recibía constantes llamadas de casa para que abandonase su puesto el juzgado por la tarde, donde se afanaba en redactar sentencias. "Ya voy", le escuchaba responder el personal del juzgado.

Su carácter accesible quedaba demostrado a diario accediendo a recibir a las personas que cada día se presentaban en el juzgado. También su humor cuando dos veinteañeros pasaron una noche en calabozo tras ser detenidos por emborracharse tras concluir su periplo en el finis terrae y pelearse con vecinos del pueblo. "Tenéis suerte, no sabéis como son los de Fisterra", bromeó. Aún está pendiente de fijar la fecha de su incorporación.