El Concello de Tui aprobó los presupuestos municipales para este año, después de seis meses sin celebrarse plenos de la corporación, debido a la presión de los afectados por las preferentes y su encierro en la casa consistorial que duró meses. A las 23.30 horas abandonaron el Concello ediles del gobierno, escoltados por efectivos policiales y abucheados por preferentistas. Casi una hora antes lo hicieron ediles de la oposición, también escuchando protestas.

Un despliegue policial de notable magnitud, con miembros de la Guardia Civil y de la Policía Local, custodió durante más de cuatro horas los accesos al interior del edificio, impidiendo que el numeroso grupo de afectados entrase en su interior. En la calle protagonizaron una pitada monumental, sin cesar hasta las 23.15 horas. La pretensión del colectivo era entregar a la corporación sus peticiones en el salón de sesiones. El alcalde tudense, Moisés Rodríguez, dijo que podrían hacerlo al terminar el pleno, cuyo desarrollo apenas pudo escucharse dentro de la misma sala por la gran "cornetada". Antes de iniciarse, los concejales del BNG pidieron la entrada de los afectados. Ante la negativa del regidor se vistieron con camisetas reivindicativas y salieron del edificio.

Salvaterra

En la localidad de Salvaterra afectados de las preferentes impidieron que el pleno municipal pudiera celebrarse. Tras interrumpirlo, el alcalde decidió seguir a puerta cerrada sin la presencia de la oposición. Una hora más tarde, el regidor, Arturo Grandal (PP), se reunió con los afectados de la localidad y les dijo que asumiría las decisiones que tomen de forma corporativa los alcaldes del PP, tras las reuniones con los afectados.