Galicia escaló cuatro puestos en el ranking que mide el nivel de desarrollo autonómico -educación, salud y bienestar material- pasando de ocupar el puesto número catorce en 2008 a situarse en el décimo lugar en 2010. Pese a ello, un informe elaborado por la Fundación Bancaja y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas advierte que si no hubiera recesión la comunidad gallega estaría mejor situada. Su índice de desarrollo cayó un 5,4 por ciento por culpa de la crisis, fue la segunda autonomía más perjidicada, solo por detrás de Andalucía.

En todo caso, el informe advierte que los índices de salud y educación apenas se han visto afectados por la recesión económica. Si el índice de desarrollo gallego se desplomó ha sido mayoritariamente por su pérdida de riqueza material.

El estudio también analiza los índices de pobreza por comunidades. Durante la crisis Galicia incrementó un 35 por ciento el indicador que mide la pobreza económica -que incluye la privación de renta y capacidad de consumo de las familias y el grado de exclusión social-. Sin embargo, si se tiene en cuenta la pobreza humana -que mide la salud y la educación- la comunidad gallega seguiría igual que en 2008, mientras que en España el incremento ha sido de un 8 por ciento.