Con la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), los pisos alquilados por particulares a turistas durante la vacaciones quedarán fuera del amparo de la norma general y se tendrán que regular por la legislación turística sectorial, más restrictiva, que es competencia de las comunidades autónomas. La Xunta ya tiene claro lo que va a hacer. Les aplicará a estos inmuebles particulares el mismo decreto que regula los apartamentos y viviendas turísticas gestionados de modo profesional. Ello implica que, cuando entre vigor la reforma de la LAU, estos pisos tendrán que cumplir unas condiciones mínimas de tamaño, altura, servicios y número de cuartos, además de estar dados de alta en un registro y contar con un seguro de responsabilidad civil. --- NO TOCAR ---

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