El número de fallecidos por accidente en las carreteras de titularidad autonómica cayó un 43 por ciento entre 2008 y 2012, según informó ayer la Consellería de Medio Ambiente. Este descenso del número de siniestros coincide además con una reducción del tráfico en las vías de la red dependiente de la Xunta de entre el 5 y el 10 por ciento en los dos últimos años.

Según explicó el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, hubo 25 millones menos de desplazamientos en vehículos privados por las carreteras gallegas, un descenso que atribuye a la puesta en marcha del Plan de Transporte Metropolitano.

Pese a la drástica reducción de muertos en accidentes de tráfico en la red autonómica, Galicia ocupa el segundo puesto de España en cuanto a atropellos en carretera. Según un estudio elaborado por RACE, en 2011 fallecieron en vías de la comunidad autónoma 23 personas, una cifra que solo supera Andalucía, con 30 muertos.

A la cabeza de España en atropellos en carretera se encuentra A Coruña, con 14 fallecidos, mientras que en Pontevedra hubo cuatro muertes, el mismo número que en Lugo, y en Ourense se registró una víctima mortal.

A los peatones arrollados en carretera se suman aquellos que fallecieron en vías urbanas: otras quince personas.

Heridos

En total, se contabilizaron en Galicia, entre los atropellos en ciudades y en carretera, 38 víctimas mortales. Esta autonomía es la quinta con más muertes, detrás de Cataluña, Andalucía, Castilla y León y Valencia.

Además de los fallecidos, hubo 123 peatones heridos tanto en carretera como en vías urbanas en Galicia, según los datos del RACE.

La Xunta puso en marcha su último plan de seguridad viaria hace dos años y ayer celebró una reunión de seguimiento presidida por Agustín Hernández y la directora de la Axencia Galega de Infraestructuras, Ethel Vázquez.

Según su balance, la Administración gallega ha invertido 122 millones de euros en conservación y mejora de seguridad en las carreteras gallegas en los dos últimos años. La Axencia Galega de Infraestructuras actuó además sobre 30 tramos de concentración de accidentes e instaló 44,6 kilómetros de sistemas de contención para motoristas.

Entre 2011 y 2012 la Xunta puso en servicio cerca de 60 kilómetros de vías de altas prestaciones e intervino en casi 75 kilómetros de carretera con obras de adaptación de carreteras al plan de baja intensidad media diaria.