Ante la falta de expectativas laborales, miles de jóvenes deciden directamente dejar de buscar trabajo. No ven ninguna posibilidad de encontrar un empleo, al menos en su territorio de residencia. Desde finales del año 2007, coincidiendo con el inicio de la crisis, 52.100 jóvenes gallegos menores de 25 años han abandonado de forma voluntaria, si bien obligados por las circunstancias, el mercado laboral. De los 129.800 que en el tercer trimestre de 2007 aseguraban que estaban buscando un empleo, a finales del pasado año no llegaban a los 80.000, según los datos facilitados por Asempleo, la patronal de las empresas de contratación temporal, tomados a su vez de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Esto significa que en cinco años, el 40,1% de los menores de 25 años, es decir, cuatro de cada diez, renunciaron a la búsqueda activa de un empleo en la comunidad gallega ante las escasas o nulas previsiones de hacerse con un puesto de trabajo. ¿A qué se dedican entonces? Asempleo no puede precisarlo porque la EPA solo pregunta en sus encuestas si buscan o no un empleo, sin entrar en las causas. En todo caso, la patronal de las empresas de contratación sostienen que solo quedan cuatro posibilidades para estos 52.000 jóvenes que se salieron del mercado laboral: la emigración, bien al extranjero o a otras comunidades autónomas; la vuelta a los estudios para completar su formación; dedicarse a la economía sumergida; o simplemente no hacer nada, fruto del desánimo y a la espera de que mejoren las condiciones económicas.

En la evolución del comportamiento de los jóvenes gallegos en relación al mercado laboral hay tres fechas clave que destacan por lo abultado de sus cifras, coincidiendo siempre con la última parte del año. Entre el tercer y el cuatro trimestre de 2007 se produjo un reducción de 17.000 activos que dejaron de buscar trabajo. Al año siguiente, en 2008, la caída fue todavía mayor: 21.000 jóvenes. Y entre el tercer y el cuatro trimestre del pasado año, se volvió a registrar otra fuerte contracción, al desaparecer del mercado laboral casi 10.000 jóvenes menores de 25 años.

Otra cara de la crisis es la poco peso de los jóvenes en el empleo. Su tasa de paro en España es del 55,1%, si bien con grandes diferencias entre territorios. Así, en el caso de Canarias llega al 70,3%, y en Extremadura y Andalucía supera el 61%, mientras que en el otro extremos se sitúan La Rioja, con una tasa de paro del 36,3%, Cantabria, con el 41,6%, o Aragón, con el 45,9%.

Galicia se encuentra entre las comunidades con menor tasa de paro entre la población menor de 25 años, con un 48,4%, lo que significa ocho puntos por debajo de la media nacional.

Pero esto no quiere decir que la situación sea buena ni mucho menos. De hecho, la comunidad gallega destruyó desde el inicio de la crisis 70.300 empleos juveniles. En el tercer trimestre de 2007 había 110.400 jóvenes ocupados, que se redujeron a 40.100 a finales del pasado año, lo que supone una caída media en el lustro del 63,7%, un porcentaje prácticamente igual a la media nacional.

No obstante, la destrucción de empleo juvenil en el último año fue más acusada en Galicia, con una tasa del 23,2%, que en el conjunto del Estado, que fue del 19,1 por ciento.