La UE avisa a Galicia de que incumple la directiva sobre reciclaje de residuos. En un informe elaborado por la Dirección General de Política Regional de la Comisión Europea para evaluar el funcionamiento de Sogama, se advierte además que el complejo medioambiental de Cerceda ni siquiera ha alcanzado los objetivos que se fijó la Xunta hace una década cuando empezó a funcionar la planta. La previsión era que se pudiera reciclar aproximadamente el 25 por ciento de los envases ligeros, pero, según los datos reflejados en el documento de la UE, solo se reutiliza el 7,7 por ciento de plásticos, metales y bricks, un porcentaje que queda muy lejos del mínimo del 55 por ciento que desde 2008 exigen las directivas europeas.

Del papel que termina en los contenedores solo se recicla un 21,3 por ciento, menos de la mitad del objetivo marcado en 2001 y solo en el tratamiento del vidrio Sogama se ha acercado a las metas planteadas hace diez años, puesto que reutiliza el 45,3 por ciento, solo dos puntos menos que el 47 por ciento que se propusieron cuando arrancó la planta.

Para la construcción de Sogama se emplearon fondos europeos y, por esa razón, la UE ha realizado una evaluación del proyecto para comprobar el impacto que ha tenido en la región. En líneas generales, la Dirección General de Políticas Regionales aprueba a Sogama y solo le pone dos pegas: que por falta de previsión su capacidad se haya visto desbordada y, por otro lado, la mala calidad de la separación de los residuos que atribuye a la "escasa conciencia ambiental entre los ciudadanos", aunque también advierte que corresponde a los municipios y al Gobierno gallego "la responsabilidad de mejorar" este aspecto.

Según denuncia la Comisión Europea, no solo se recicla poco sino que se hace mal. En las bolsas amarillas -donde se depositan los envases ligeros-, hay un 31 por ciento de materiales que no tendrían por qué verterse ahí. "Es una fracción muy alta", advierten.

La UE también recrimina a Sogama que en la bolsa negra -donde se deposita todo lo que no se puede reciclar- no se separen, cuando lleguen a la planta, los materiales orgánicos y se utilicen para compostaje, minimizando así el porcentaje de residuos que van a la incineradora. En la actualidad los restos orgánicos se queman para la producción de energía, aunque el nuevo Plan de Residuos 2010-2020 que está ahora en fase de alegaciones ya contempla introducir el compostaje.

En resumen, el informe concluye que la "recogida de materiales reciclables no está avanzando según lo esperado y el mercado del reciclado está todavía poco desarrollado". "Está claro que Galicia no está cumpliendo actualmente con la legislación relevante de la UE", apunta.

La otra crítica lanzada desde la Comisión Europea alude a la falta de previsión de la Xunta cuando construyó Sogama sin conocer cuántos concellos estarían dispuestos a adherirse al problema. Según explica, esto desembocó en el colapso de la planta y, aunque el informe, entiende la necesidad de crear el vertedero de Areosa para dar solución al problema, advierte a Sogama que ésa debe ser una "solución temporal". De hecho, el informe advierte que la cantidad de residuos depositados en vertederos "podría reducirse aún más" y recuerda que las plantas de Nostián y Barbanza también cuentan con depósitos de residuos.

A la UE tampoco se le escapan los problemas económicos de Sogama que ponen en riesgo su "sostenibilidad financiera". El problema, según la Comisión Europea, es que la tarifa actual que se cobra a los ayuntamientos (54 euros por tonelada de basura) es insuficiente para cubrir los costes y aboga por que se cobre a los concellos en función de la distancia a la planta de Cerceda, puesto que, según recuerda, los gastos de transporte suponen el 20% de los costes totales de la planta.