"Ya no le podemos pedir más a los empleados públicos". Después de la rebaja salarial aplicada por el Gobierno de Zapatero, de los recortes impuestos por la Xunta en materia de función pública –que incluyen una disminución de las pagas por baja laboral y la reducción de días moscosos–, llegó la supresión de la extra de Navidad anunciada por Mariano Rajoy. Y ayer el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que no se le pueden pedir más sacrificios a los funcionarios. La Xunta ha decidido además que los trabajadores públicos gallegos recuperarán la paga extra cuando mejore la situación económica y la recibirán directamente en su nómina, a diferencia de los empleados estatales a los que se les abonará en su plan de pensiones.

Así se acordó en una reunión extraordinaria del Consello de la Xunta en la que se aprobó una modificación de los presupuestos gallegos para adaptarlos al Real Decreto Ley que recoge los nuevos recortes previstos por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Así, mientras a los empleados del Estado se les integrará el dinero que no cobren en su plan de pensiones, los trabajadores de la Xunta podrán disponer del dinero en sus nóminas "en ejercicios futuros". El Ejecutivo gallego no da plazos para el reembolso de esta paga sino que lo condiciona a que mejore la situación económica.

Junto a esta medida, el Consello de la Xunta aprobó ayer una rebaja salarial de un 7,1 por ciento a los miembros del Gobierno gallego. De esta manera, Feijóo pasará a cobrar al año 66.820 euros, los conselleiros 58.329 euros y los altos cargos, 52.227. Ésta es la tercera vez que se rebajan el sueldo, de manera que, según destacó la Xunta, el presidente cobrará ahora un 22 por ciento menos que en 2009.

Tras las duras medidas aplicadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, Feijóo se mostró conciliador y, tras advertir que "no se puede pedir más" a los funcionarios, agradeció el "enorme esfuerzo y solidaridad" mostrado por este colectivo durante los últimos años. De la misma manera mostró su "comprensión" hacia las protestas del pasado jueves. "Entiendo el enfado de los ciudadanos. Es comprensible la desesperación de miles de personas cuando comprueban que su país está en situación límite donde hay la obligación de reducir 60.000 millones de euros el gasto público", comentó.

Lo que ve "esperpéntico" es que en estas protestas participaran líderes del PSOE. "Es sorprendente ver a partidos manifestarse contra sus propias políticas económicas", censuró. En su opinión, los ciudadanos afectados por la crisis merecen "un respeto" por parte de los dirigentes socialistas.

En Lugo la Diputación provincial, gobernada por PSOE y BNG, se sumará "por solidaridad" al recorte de salarios aplicado a los funcionarios y aprobará la supresión de la paga extra para todos los miembros de la corporación provincial.