Se asoma el sol en Monte Pío después del chaparrón de medidas de recorte aprobadas por el Gobierno central. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se aviene a la disciplina de partido y rebota al anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero las actuales "dificultades" por las que atraviesa la economía. Sin cabida para la palabra recortes, rescate o adelanto electoral el máximo mandatario gallego, horas antes de su viaje a América, sigue confiando en que Galicia pueda sortear la crisis mejor que el resto.

–La respuesta a los recortes ha llegado a la calle. El clima de crispación tras la reducción del paro, la retirada de la paga a los funcionarios o la subida del IVA es patente en toda España. ¿Qué pasa por la cabeza de un político con su responsabilidad?

–Comprendo perfectamente el malestar de muchos ciudadanos, que no tienen la culpa de la situación en la que estamos y que ahora se ven obligados a asumir en primera persona los errores de quien gestionó mal las dificultades, porque las ocultó y las agravó. Muchos ciudadanos están sufriendo y todos aquellos que transmiten su incertidumbre de forma pacífica tienen todo nuestro respeto y apoyo. Mi obligación como presidente, pero también mi voluntad, es seguir trabajando al máximo para que no siga desgastándose mi país, aún a costa de desgastarse uno mismo.

–El recorte ha sido de 65.000 millones de euros. ¿Se lo esperaba así, con estas medidas? ¿Será suficiente? El Gobierno aspira a reducir el gasto público bastante más, hasta unos 80.000 millones.

–Después de que Italia anunciase sus decisiones, que Hollande advirtiese que iba a reducir el gasto en la República francesa en 40.000 millones, pues es evidente que España necesitaba hacer un€ tomar una decisión. Durante mucho tiempo se estuvo valorando la posibilidad de subir o no el IVA. Yo creo que el Gobierno intentó no hacerlo hasta que, al final, vio que tenía que cumplir el déficit y que, probablemente, en esta situación no quedaba más remedio, subir el IVA era un mal menor.

–¿No quedaba otro remedio o nos lo han mandado hacer?

–Yo creo que hay un antes y un después de conocer el déficit oculto de casi tres puntos, ¿no? Estábamos en el seis, sobre eso se hace un programa electoral, unos compromisos políticos€ y descubrimos que no es el seis, es el 8,9%. Entiendo que el Gobierno ha hecho dos cosas: conjugar la agenda europea y la agenda nacional. Decirle a Europa que está dispuesto a hacer sacrificios si Europa entiende que ha de ser el BCE el que atempere la especulación sobre la deuda. La Unión tiene que darse cuenta que el euro está en peligro. Una vez encaminado el no rescate, la línea de crédito a la banca que no compute como deuda pública...

–Por ahora sí

–Bueno, ahora sí mientras no haya una entidad supervisora. De acuerdo, pero eso es que aún no hay esa entidad supervisora.

–¿Va a truncar su planificación el límite de déficit del 0,7% para 2013 y 0,2% en 2014?

–Debemos saber cuáles son las entregas a cuenta a las comunidades, queda este mes para conocerlas. Probablemente el curso que viene sea difícil.

–El año pasado podría bastar un cinco, pero este año hay que sacar un ocho.

–Sí, sí. Galicia está acostumbrada a sobreponerse a las dificultades. No es fácil. En Galicia estamos ampliando o construyendo siete hospitales, esto no hay una parte de España que lo pueda decir.

–¿Propone reducir el número de diputados como en Valencia o Madrid?

–El tema de los diputados me parece muy procedente. Es una reflexión que los parlamentarios y los grupos políticos debemos hacer. Me gustaría saber la opinión del resto de los grupos políticos. Hay que reflexionar sobre la posibilidad de reducir el número de diputados de la Cámara.

–En el Congreso de Política Fiscal y Financiera amagaron con la abstención. ¿Qué pasó para que, pese a la presión sobre las comunidades, votasen a favor de endurecer el objetivo de déficit?

–La situación extraordinaria que vive España exige que todos actuemos con responsabilidad y que transmitamos a las autoridades europeas la máxima unidad posible, y esa responsabilidad inclinó nuestro sentido de voto. Galicia lleva mas de tres años siendo responsable y lo seguirá siendo.

–¿No hay alguna medida que no hubiese puesto en marcha? El IVA, la amnistía fiscal, el tajo al paro...

–Es muy fácil hablar, es más difícil decidir. Si usted me pregunta sobre Galicia, yo le contestaré con absoluta concreción. Si me pregunta por competencias que no son mías no estoy en condiciones de decir nada.

–El futuro de Novagalicia no depende de Novagalicia ni de Rajoy, en eso estará de acuerdo.

–Hemos pedido una línea de crédito y las decisiones que se tomen se tienen que supervisar. Y depende también de la propuesta que han hecho los gestores y directivos del banco.

–Por lo pronto han pedido ya 6.000 millones de dinero público. ¿Confía en José María Castellano para gestionar el dinero de todos?

–Hay un equipo gestor contrastado en sus puestos anteriores. Hay un directivo que viene de una entidad importante, de un banco joven y con un nuevo modelo comercial. El otro gestor, el presidente, viene de una multinacional, la primera del mundo en textil, y es un profesional de reconocido prestigio. Sus trayectorias acreditan que son profesionales y han tenido éxito, eso nos da cierta confianza y esperanza.

–Castellano se comprometió hace un año a traer hasta mil millones de inversores privados, y bajo esa promesa asumió la presidencia del banco. Pero no ha llegado nada. ¿Aún confía?

–Aún hay que esperar cómo queda la capitalización del banco, ¿no? De momento la capitalización en fondos de inversión ha sido una propuesta que no fue aceptada por los distintos directivos del Banco de España. Pero hay propuestas de fondos, sí las hay. Hay cartas de intención que conocemos. Yo las he visto, desde luego.

–Este cambio de rumbo que ha seguido la política de comunicación... [interrumpe]

–Es positivo que se disculpen, un ejercicio de humildad de los gestores es muy sano. Hay muchos clientes que necesitaban esta disculpa. Por supuesto los que tienen preferentes, que no sabían las condiciones de esos productos.

–¿Aún sostiene el buen diagnóstico de la auditoría de KPMG, que avaló la fusión de Caixanova y Caixa Galicia?.

–Pero KPMG está auditando en este momento.

–No lo digo por la firma de la empresa.

–Vamos a ver. ¿Cuáles son los requisitos que se exigían para la fusión en noviembre, que las cajas lo cumplían, y los que se pidieron en 2010? Si usted entra a auditar su empresa con un sistema de contabilidad y lo cambian a los 90 días, seguro que la auditoría no puede decir lo mismo.

–Si mi empresa es solvente, igual sí. Los cambios normativos también llegaron con el nuevo Ejecutivo.

–Sí, el problema es qué se entiende por solvencia. Si son las provisiones, el core capital€ Lo que hemos visto aquí es que no ha habido ni supervisor, el Banco de España. Junto con una gestión de los directivos que no fue lo dirigente que debería de ser. Ahora lo importante es mantener un banco en Galicia, concretamente en Vigo.

–¿Qué quiere preguntarle a Julio Gayoso y a José Luis Méndez?

–Tres cosas. La política de retribución de los directivos, eso primero. Segundo, la política de inversión en determinados grupos, ya sean inmobiliarias, promotoras o constructoras. Y tres, ese interés por abrir una red de oficinas en zonas de alta especulación urbanística, léase Levante o Andalucía. Son los tres grandes problemas en los que ha incurrido la gestión anterior en los últimos años. Todo el mundo se equivoca, ¿No? Las cajas quisieron ser bancos. La política retributiva era impropia de una caja cuyo objeto era benéfico social.

–Uno de ellos está en casa con 16,5 millones de euros.

–Ya sabe lo que opino sobre las indemnizaciones.

–¿Las que ya se han abonado?

–Sí, sí. Nosotros hemos dicho que no pueden mantener ni sus planes de pensiones ni sus indemnizaciones. Se lo pedí al Banco de España el 10 de octubre de 2011.

–Ya se había ido.

–Lo digo para todos, no hago distinciones. Ni planes de pensiones ni indemnizaciones. Ahora hay que mantener el banco. ¿Qué pasa si no funciona? ¿A los de las preferentes les irá mejor?

–Ahora no le va muy bien.

–El único aliado que tienen los de las preferentes es la Xunta. La vía del fiscal está activada, la del arbitraje también, la de Bruselas también.

–No le discuto el papel de la Xunta, pero el memorando, las condiciones del rescate a la banca, dicen lo siguiente: las preferentes tienen que absorber las pérdidas.

–Eso es lo que ha dicho siempre el señor Almunia. Y solo cuando viene a Madrid pide que pague el Estado.

–Ahora lo dice la troika entera.

–Pero ese memorando no puede ir en contra de las sentencias. El memorando de entendimiento es la tesis de Almunia.

–¿Cree que aún hay esperanza?.

–Hay esperanza. Vamos a ver cómo el banco puede hacer frente a esto. Las dos entidades se capitalizaban a cargo de transformar depósitos en preferentes€ ¿Pero qué es esto?

–Usted no estaba en la Xunta durante los últimos años de las cajas, pero sí había consejeros de su partido. ¿No cabe investigar el papel que han jugado en los órganos de gobierno estas personas?

–Por supuesto, cada uno tiene sus responsabilidades. Los consejos de las cajas tienen que asumir la responsabilidad de lo que aprobaron, y los directivos las suyas. Por eso cuando el PSOE era el firme defensor de algunos directivos y ahora se convierte en el más intenso censor es algo muy sorprendente. Probablemente el PSOE tiene que hacer una comisión de investigación interna antes de pedirla en las cajas. Hay personas muy relevantes del PSOE que vicepresidían las cajas y formaban parte de los consejos y comisiones de las mismas.

"Mi Gobierno ha cumplido todas sus obligaciones"

–Al llegar al Ejecutivo le puso un diez a su Gobierno. ¿Qué nota le pone ahora?

–Exactamente, es un Gobierno de diez. Tenía diez conselleiros.

–Una nota por objetivos.

–Bueno, no soy yo la persona para poner nota a mi Gobierno, ni mucho menos. Esa nota la van a poner 2.750.000 gallegos. Yo me examino cuando me llaman.

–¿Y cuándo haremos entonces la evaluación?

–Cuando tenga alguna cosa que decir los convocaré para decirlo. Estamos trabajando en los temas que le importan a los gallegos. Cómo podemos mantener una comunidad solvente y cómo mantener servicios públicos financiados.

–La condicionalidad económica es innegable, presidente. El Gobierno central retrasó los PGE tras las elecciones de Andalucía.

–Mi Gobierno ha cumplido todas sus obligaciones. Y nosotros aprobaremos el techo de gasto. Es obligado para configurar los presupuestos. En cuanto recibamos entregas a cuenta aprobaremos el techo de gasto, y si nos da tiempo lo haremos en julio.

–¿Galicia sigue teniendo acceso a la financiación de los mercados?

–Galicia ha colocado al 5%, y tenemos previsto colocar la parte que nos queda en el último cuatrimestre del año. Cuanto más tarde menos intereses. Galicia ha colocado lo que tenía previsto colocar. Hay más tensiones para la colocación de la deuda, claro. Tenemos una prima de riesgo muy alta como consecuencia de las cuentas de la administración central y de las cuentas de más de media docena de comunidades en una situación muy delicada.