A mayores de los criterios generales de admisión de alumnos, fijados en el propio decreto, Educación da libertad ahora a los colegios para fijar un requisito propio, que supone un punto del baremo en la elección de su alumnado. Ante las críticas de la comunidad educativa, por temor a que dicha concesión genere desigualdades, Pinal explica que no se aceptarán condicionantes caprichosos: "que no antenten contra la legalidad, claro". En cuanto a la supresión de unidades para el próximo curso asegura que son "muchas menos" de las que dicen los sindicatos.

–¿El criterio propio de admisión en cada colegio creará desigualdad?

–Ese punto que cada colegio puede fijar tiene que ser objetivo y público. Un centro no puede decir: "yo los quiero rubios y con ojos azules". Por sus características, puede dar ese punto a los tres que ya se dan por familia numerosa o reforzar lo de tener hermanos matriculados ya. Puede también fijar alguno relacionado con alumnos con una enfermedad determinada. En otras comunidades ya se está haciendo con normalidad.

–Según cifras adelantadas por los sindicatos, el próximo curso habrá casi 300 unidades menos, entre unitarias y clases.

–Las organizaciones sindicales son poco responsables y los datos que ofrecen no se ajustan a la realidad. Si tenemos en cuenta el saldo entre las que se crean y las que se suprimen serán 110 menos. Pero si contamos las unidades que se van a habilitar, aulas con profesorado que no tiene plaza definitiva, que serán 72, el resultado es que habrá 38 unidades menos.

–Feijóo aseguró en mayo que se contratarían el próximo curso 250 profesores interinos menos, ¿mantienen la previsión?

–Una cosa es la reducción que pueda suponer la medida del Gobierno de aumentar dos horas lectivas a los profesores de Secundaria hasta las 20 semanales; esto lleva consigo lógicamente que va a haber menos profesores. Pero si hablamos del número de interinos, teniendo en cuenta todas las jubilaciones que va a haber, podemos decir que se van a contratar más interinos de los contratados a inicios de este curso. Hay que cubrir los puestos que se necesitan en los colegios (por jubilación) con interinos.

–Entonces, ¿la cobertura no está limitada por la tasa de reposición del 10% marcada por el Gobierno central?

–La tasa de reposición del 10% es a nivel oposiciones; para las plazas que se convoquen en estos procesos.

–¿Habrá oposiciones en 2013?

–Mantenemos la misma idea de plantearle al Ministerio de Educación una convocatoria con la tasa de reposición pendiente de este año y la del que viene. Por otra parte, el ministerio pensaba en modificar el sistema de oposiciones. No sabemos todavía cómo quedará porque no es un tema que se trate a estas alturas del año.

–¿No tocarán las ratios?

–No. En Galicia no tenemos esa necesidad. La medida de aumentar las horas en Secundaria era obligatoria pero aumentar las ratios o disminuir las modalidades de Bachillerato, es decisión de cada comunidad. Mantenemos las dos modalidades en todos los colegios y las ratios: 25 por clase en Infantil y Primaria y 30 en Secundaria, como estaba.

–¿Los colegios tendrán más aulas agrupadas?

–Esta medida no es nueva: cuando hay un número pequeño de alumnos no se puede tener un profesor para uno o dos alumnos. Nunca se sobrepasan los 18 alumnos: pueden ser del mismo ciclo o de ciclo distinto, en función de cada centro en cada momento. En cuanto a escuelas unitarias no pueden superar los 15 estudiantes.

–¿Qué ha pasado con los contratos de verano de los profesores sustitutos?

–Los profesores sustitutos que estaban contratados un mínimo de cinco meses y medio tenían derecho al contrato de verano, durante julio y parte de agosto. Debido a la situación económica lo hemos modificado. Se les conceden las vacaciones que les corresponden, como a cualquier otro trabajador, pero no se hace un contrato a mayores por un periodo, además, que no es lectivo, sin contraprestación.

–¿Es una decisión de la Consellería de Educación?

–Sí, Galicia es de las pocas comunidades que lo mantenía. Consideramos que es necesario para poder garantizar otras prestaciones como las ayudas a comedor, transporte o libros de texto. Tampoco a mí me gusta tomar medidas que repercutan de esta forma pero las condiciones económicas son las que son. Otras autonomías lo aplican incluso a los interinos, nosotros no.

–¿Los ajustes afectarán a la calidad educativa?

–Antes de este cargo fui director de un centro de Secundaria. Como reflexión, nos ha tocado vivir un momento en el que hay que ajustarse a la realidad; había un exceso en algunas cosas que no era necesario, ni mucho menos y, por otro lado, los centros están cubriendo las necesidades que tienen. Trabajamos en una situación que no es la ideal pero en Galicia podemos ser más flexibles en los ajustes por el trabajo realizado en los últimos tres años.