La posibilidad de cobrar a los usuarios de las autovías de titularidad autonómica no está entre las previsiones de la Xunta, según aseguró ayer la Consellería de Medio, Territorio e Infraestructuras. El departamento dirigido por Agustín Hernández también quiso destacar que la Administración gallega "carece de información o confirmación oficial" de que el Gobierno planee implantar esta medida.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, tampoco quiso corroborar que esta sea la intención del Ejecutivo central, pero no lo desmintió. En una visita a las obras de construcción de la autovía del Cantábrico en Asturias, la titular de Fomento sostuvo ayer que quiere un transporte en España que sea eficiente y de calidad pero "con la menor carga al erario" público posible. "Es todo lo que puedo decir a día de hoy", concluyó la ministra.

Si la medida solo se implantara en las infraestructuras de titularidad estatal y no en las autonómicas, quedarían excluidos del pago alrededor de 170 kilómetros de autovías de los casi 700 que existen en la comunidad.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, por su parte, sí que se mostró partidario de esta fórmula impositiva y explica que llegó a esta conclusión "en Europa" y puso como ejemplo Francia y Alemania. Sin embargo, las asociaciones de usuarios especifican que las tasas de estos países se corresponden a la directiva europea Euroviñeta, de aplicación opcional, que solo grava el tránsito de camiones pesados por el deterioro que ocasionan al estado de las carreteras y del medioambiente. Por lo que ha trascendido, el Gobierno descarta sin embargo aplicar esta carga impositiva al tráfico de mercancías por carretera. La organización de consumidores Facua censura que "no haya ni transparencia ni datos que justifiquen por qué hace falta aplicar ese incremento" y exige vías alternativas sin peaje.

Los portavoces de los distintos grupos en el Parlamento gallego también se pronunciaron al respecto. Así, el popular Pedro Puy confirmó que "es algo que se está considerando" aunque, en los mismos términos de la Consellería de Medio Ambiente, descartó su aplicación en las autovías de titularidad autonómica. Considera que el tema es "complejo" y que "hay situaciones que habría que pensar". Entre ellas, ha criticado el peaje en la sombra (el abonado por la Administración a la concesionaria) de uno de los tramos de la autovía de Ourense a Santiago. "Un ciudadano de Lalín no paga peaje si va hacia Ourense, pero si va hacia Santiago sí", reprueba Puy, que niega que esté sugiriendo la imposición de una tasa en esta vía. El socialista Abel Losada advierte de que, si se aprueba la medida supondrá un "nuevo repago" y, al igual que la nacionalista Ana Pontón, propone que "si el Estado necesita impuestos, que se haga una reforma fiscal equitativa y justa".

El líder de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, tiene claro que la filtración de esta posible medida recaudatoria es "un nuevo globo sonda del PP" que "va en la mala dirección, en la de cobrar por todo".

Automovilistas alegan que ya pagan el arreglo de las vías con otras tasas

Desde el colectivo Automovilistas Europeos Asociados (AEA) quieren desmontar la teoría de que con la introducción de peajes blandos en las autovías españolas los usuarios de las mismas serían los encargados de sufragar su mantenimiento. Su presidente, Mario Arnaldo, asegura que los impuestos que abonan de forma exclusiva los conductores no solo sirven para cubrir estos gastos, sino que los superan con creces. "Los automovilistas ingresan todos los años 25.000 millones al Estado con el impuesto sobre hidrocarburos, el de rodaje o el de matriculación", detalla y explica que el Ministerio de Fomento presupuesta en 1.800 millones el coste de conservación de las carreteras. "Y nunca se llega a alcanzar esa cifra, el año que más se invirtió fueron 1.100 millones", asegura. Añade también que Alemania y Francia carecen del impuesto de matriculación de vehículos.

El déficit presupuestario de 4.000 millones que ahoga a las concesionarias de los peajes es, según considera Arnaldo, "la verdadera razón" por la que el Estado plantea el cobro por circular en las autovías. "Quieren beneficiarlas dándoles también estas concesiones", argumenta y advierte de que tratan de crear un estado de opinión propicio.

Esta asociación sin ánimo de lucro alerta de que el pago por el uso de las autovías conllevará importantes perjuicios y, para demostrarlo, pone de ejemplo el caso de Portugal. Recuerda que la actividad económica del país luso descendió entre un 30 y un 50% en las áreas fronterizas desde que cobra en estas vías. Lo que aumentó, según señala, fue el índice de siniestralidad al optar los conductores por vías secundarias en peores condiciones, pero donde no hay que pagar. Además, Arnaldo previene a Hacienda de que sus ingresos por el IVA de los carburantes menguarán de forma notable con esta medida.