La Diputación de Ourense prescindirá de empleados, empezando por no renovar contrato a los trabajadores temporales para ahorrar dos de los cinco millones que cada año, a partir del próximo y hasta 2016, deberá devolverle al Gobierno central por los adelantos recibidos en 2008 y 2009. La situación de la institución, con una deuda de casi 51 millones de euros y una gran caída de ingresos, obliga a esta decisión.

Los interventores de la institución presidida por José Luis Baltar preparan ese reajuste del gasto para "poder tener un presupuesto equilibrado", en el que cuatro de cada diez euros se destina a nóminas hasta los 29,93 millones de euros. Cada mes los salarios de sus 286 funcionarios, 410 contratados fijos y 155 temporales le cuesta 2,5 millones.

La institución prevé no renovar decenas de puestos eventuales, confirmando la advertencia del propio Baltar tras reeditar su séptimo mandato consecutivo. "Vamos a prescindir de todo el personal que no sea estrictamente necesario", anticipó días antes de la apertura de nuevos procesos de empleo y de que lograran trabajo, entre otros, su propio sobrino. Decenas de cargos del PP y familiares de representantes del partido, incluidos un grupo de alcaldes, compiten en el medio centenar de oposiciones aún abiertas.

El anuncio de recortes de plantilla causan pavor a los críticos con el baltarismo, preocupados por ser los primeros en perder su trabajo. El cisma entre los defensores del Partido Popular de Ourense y los afines al sector oficial del partido, abrió una sima tras el congreso provincial que se trasladó a la designación de diputados provinciales.

El personal de la diputación ha generado polémica entre la oposición e incluso el PSOE instó a la Fiscalía a investigar sus contrataciones después de cifrar en doce millones de euros el gasto en nóminas de cargos o familiares de miembros del PP.

A pesar de los recortes anunciados, la institución presidida por Baltar contrató desde el pasado mes de noviembre, antesala de las municipales, a 145 empleados. Uno de cada cuatro eran políticos populares o parientes de estos.

De hecho, a pesar de que el presupuesto de este año se redujo en doce millones en total, la partida para personal aumentó hasta situarse en el 41% del total de gastos. Ahora toca despedir.

La partida de personal no será la única afectada. Mientras se dirimen las cuestiones orgánicas sobre los despidos, los interventores de la diputación barruntan una necesaria reducción en otras partidas. Las fuentes consultadas aconsejan disminuir, al menos, en un millón de euros la dotación para gastos corrientes (15,8 millones); y en la misma cantidad el apartado de subvenciones. A pesar de ello, antes de las elecciones municipales de mayo, Baltar concedió más de 900.000 euros en ayudas directas, aunque luego suprimió la partida para bandas y charangas.

Ante este panorama, los interventores consideran necesario reducir otro millón de euros en inversiones. Los cálculos de los fiscalizadores de la Diputación quedan supeditados a que se mantenga el nivel de ingresos procedentes del Estado, que suman 57,5 millones de euros durante este año sin contar los recortes.