Los gallegos se han puesto a dieta de ternera y han llenado la nevera de carne de pollo y cerdo, igual de proteica pero mucho más económica. La crisis está alterando los hábitos alimenticios de muchas familias que han decidido apretarse el cinturón y ajustar su cesta de la compra. Productores y distribuidores constatan un incremento en el consumo de carne porcina y de ave. Aunque no hay datos oficiales, estudios de mercado de la consultora Nielsen advierten de que las familias gallegas compraron en 2010 un 7,9 por ciento más de cerdo y un 4,3 por ciento más de pollo.

Aunque en general el consumo de carne en Galicia subió un 4,8 por ciento, la ternera se quedó en solo un 1,5 por ciento de incremento. Para Unións Agrarias esto revela una "clara desviación" en el consumo de vacuno hacia otro tipo de carnes más baratas".

La razón no es otra que económica: el kilo de ternera ronda los ocho euros, casi el doble que la carne de cerdo, que se puede encontrar en cualquier supermercado a cuatro euros el kilo, o que una pechuga de pollo, que ronda los cinco euros por kilogramo.

"El pollo es el líder en consumos de carne porque tiene un precio muy asequible y un alto nivel de proteínas", explica Ángel Martín, secretario general de Propollo, que agrupa al 90 por cien de los productores avícolas españoles.

A nivel nacional en 2009 se ingerían 20 kilos de pollo por persona al año, pero ahora ya son 22. Y el consumo tira de la producción. Según los últimos datos del Boletín de Estadística del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, en 2011 se sacrificaron en Galicia un 3,6 por ciento más de toneladas de carne de ave que un año antes.

En total en la comunidad autónoma se crían 76 millones de pollos al año, lo que representa el 13 por ciento de la producción nacional de aves.

La mayoría de las explotaciones avícolas en Galicia se concentran en el Deza, el Salnés y el Baixo Miño –en la provincia de Pontevedra– y en la comarca coruñesa de Bergantiños y en el centro de Lugo y la Terra Cha.

El aumento de la producción para atender la mayor demanda se traduce en un ligero incremento en el número de explotaciones ganaderas radicadas en Galicia. Incluso en algunas zonas concretas, como el Deza, algunos ganaderos ya empiezan a ver en el sector avícola una oportunidad de negocio y están tramitando nuevas licencias.

Entre enero de 2010 y marzo de 2011 empezaron a funcionar en Galicia 22 granjas avícolas más. En la actualidad la comunidad autónoma cuenta con 1.089 explotaciones avícolas, de las que aproximadamente 800 se dedican a la producción de carne.

El responsable de este sector en Unións Agrarias, Javier López, explica, sin embargo, que no se ha producido un incremento sustancial de explotaciones, puesto en los últimos siete años han cerrado alrededor de un centenar y han abierto otras tantas. La novedad es que estas nuevas granjas que han abierto son más modernas y han ampliado su capacidad.

En todo caso, no solo la crisis afecta al consumo de carne. Según Javier López, en verano se dispara el consumo de pollo, mientras que en invierno prima el de cerdo.