Galicia perdió en un año 3.137 habitantes, según los datos del padrón municipal a fecha de enero de 2011 difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La comunidad gallega es la segunda del Estado donde más descendió la población, solo por detrás de Castilla y León (-3.773). Al declive demográfico hay que sumar el desplome en la llegada de inmigrantes. Si en el pasado eran miles los extranjeros que se instalaban en la comunidad, en el último año Galicia solo atrajo a 324, la cifra más baja de la década.

A pesar de que Pontevedra logró sumar 865 habitantes a su padrón y que A Coruña lo aumentó en 196, estos moderados incrementos no sirvieron para contrarrestar la caída poblacional que registran Lugo y Ourense, que vieron bajar sus censos en 2.187 personas y 2.011, respectivamente.

Galicia bajó, de esta manera, su número de residentes a 2.794.516, un 0,1 por ciento menos que en 2010. En A Coruña los ayuntamientos tienen empadronados a 1.146.654 habitantes, en Pontevedra a 963.337, en Lugo a 351.317 y en Ourense a solo 333.208.

Galicia es además una de las pocas autonomías que pierden población, capítulo en el que solo se ve superada por Asturias y Castilla y León. Aragón también registró dígitos negativos. En el conjunto del Estado el censo engorda en 129.788 habitantes y el número de empadronados en España alcanza ya los 47,1 millones de personas.

A pesar de que aumenta el censo de habitantes en el territorio estatal, el número de extranjeros desciende en 17.067 (un 0,3 por ciento).

En Galicia, donde los inmigrantes son aún un pequeño porcentaje de la población gallega –un cuatro por ciento frente al 12 por ciento de peso de los foráneos en el conjunto estatal–, la cifra de extranjeros se incrementa, pero solo un 0,3 por ciento. Los 324 habitantes de otros países que se instalaron en la comunidad gallega están lejos de los 3.000 que llegaron el pasado año o los 11.000 que se asentaron en esta autonomía en 2009.

A pesar de que los datos del INE son todavía provisionales, apuntan a que Galicia perdería residentes por primera vez en seis años. Si bien las cifras que miden el movimiento natural de población (nacimientos, defunciones y flujos migratorios) constatan el declive demográfico de la comunidad, cuando el indicador que se utiliza es el padrón –registro administrativo donde constan los vecinos del municipio– los datos han sido positivos para la autonomía gallega desde 2004, cuando la población era de 2.750.985 gallegos.

A partir de esa cifra el número de habitantes fue subiendo año tras año. En 2010 Galicia ganó 1.564 personas y se situó en los 2.797.653. Sus resultados fueron mejores que Castilla y León y Asturias que registraron descensos.

Esta tendencia se rompió en 2011 puesto que el INE rebaja la población gallega en 3.137 personas. De esta manera Asturias, aventaja ahora a la comunidad gallega, puesto que, aunque pierde habitantes, su descenso no es tan acusado como el gallego (-2.993 asturianos menos).

En el lado opuesto están autonomías como Andalucía, que incrementa su padrón en 44.515 personas, Cataluña, que ganó este año 22.870 residentes, o Madrid, que suma 22.830.

Dentro del territorio estatal Lugo y Ourense ocupan además el octavo y el noveno puesto entre las provincias con menos habitantes.