A diferencia de lo que ocurrió el pasado verano, el anticiclón de las Azores está este año donde tiene que estar, al norte de las islas portuguesas. Un difícil enemigo para cualquier masa de aire frío que intente acercarse a la Península. Los efectos son evidentes, con un mes de julio con temperaturas medias entre uno y tres grados por encima de lo que es normal en la comunidad. Galicia está viviendo el verano más caluroso de los últimos 20 años. Los termómetros no alcanzaban los elevados registros de los últimos días desde 1989. El recién estrenado agosto promete un poco más de lo mismo, con un tiempo puramente estival durante esta semana y un recrudecimiento del calor otra vez la próxima semana.

Con la única excepción de la semana del 12 al 16, con cinco días muy nubosos y temperaturas incluso por debajo de lo normal, el resto del mes fue muy caluroso. Especialmente la última semana. Las altas presiones se situaron al noroeste, con una masa de aire cálido procedente del norte de África y del sur del país, y las temperaturas, extremas, alcanzaron prácticamente en toda Galicia los picos máximos del arranque del verano. Sobre todo en las provincias de Pontevedra y Ourense. De ahí la prealerta sanitaria por la ola de calor.

Hubo menos jornadas de lluvia que los que acostumbramos a tener en julio, pero las precipitaciones acumuladas se ajustan a la normalidad. La clave está en las intensas tormentas que descargaron el día 8, acompañadas del récord de más de 7.000 rayos en menos de 24 horas.

La temperatura en Pontevedra suele moverse en julio alrededor de los 19,9 grados. El mes pasado la media alcanzó los 21,6. El mercurio no llegaba hasta esos límites desde 1989, cuando el valor superó incluso los 22 grados. Ese mismo año ostenta todavía el récord en cuanto a los promedios entre las máximas y las mínimas, con 28,3 y 16,2 grados, respectivamente. Pero en estas últimas semanas los termómetros a punto estuvieron de batir una nueva marca, con 15,8 grados entre las temperaturas más bajas y 28,4 en las altas. La máxima absoluta fue el día 27, con casi 36 grados. La mínima nunca estuvo por debajo de los 11,5 grados que hubo el día 1 –coincidiendo con la llegada de un frente frío asociado a una profunda borrasca ubicada al oeste de Irlanda–, según consta en las mediciones de Meteogalicia.

La situación fue muy similar en el caso concreto de la ciudad de Vigo, donde la temperatura media del mes fue todavía mayor, de 22,2 grados. Las máximas se movieron en torno a los 27,7, con un registro el día 27 también de 35,5 grados. Las mínimas rondaron los 17 grados. El día más frío se registraron 12 grados.

En plena ola de calor, el mercurio se disparó en Ourense, que llegó a experimentar las temperaturas más altas de toda España. Fue el 28 de julio, con casi 39 grados, que la Agencia Estatal de Meteorología llegó incluso a colocar en 40. El año 1990 es la referencia en la provincia. La temperatura máxima el 20 de julio de ese año se rozaron los 43 grados. La media este año no bajó de los 30.

Aunque tampoco se libraron de los efectos de este verano especialmente intenso, el resto de Galicia, por decirlo de alguna manera, tuvo los registros más agradables, con una temperatura media de 19 grados. Sólo los termómetros en A Coruña superaron los valores climáticos habituales, medio grado, por lo que también allí Meteogalicia habla de un mes "muy cálido". Las máximas fueron de los 22,8 en la ciudad herculina, con un techo de 27,4 grados el día 28, a los 25,8 de la capital gallega, que en esa jornadas de finales de mes rozó los 35 grados.

Poco tienen que ver todos estos datos con el balance mensual de julio de 2009. La temperatura media no superó los 18 grados e incluso la media de las mínimas en puntos de la comunidad como Lugo se quedaron en los seis grados. Aunque hubo similares días de lluvia, las precipitaciones fueron mucho más abundantes y, de hecho, se consideró un mes muy húmedo.

Previsiones

Por delante queda otra semana de muy buen tiempo. Sin apenas nubes y temperaturas que volverán a iniciar un ascenso paulatino. Hoy, según Meteogalicia, podrían superar los 30 grados en algunas localidades ourensanas y estarán alrededor de ellos tanto en Vigo como en Pontevedra. Las mínimas aguantan entre los 11 y 13 grados de pueblos del interior y las 18 en el sur de la comunidad. Así seguirá el panorama el jueves, con un nuevo impulso a las máximas a partir del viernes.

Aunque todavía es pronto para lanzarse a marcar el tiempo de la semana que viene, todo apunta a un recrudecimiento del calor, con valores que podrían volver a situarse en los valores del bochorno que sufrimos los últimos días de julio.