¿Cómo puede un ayuntamiento con apenas 1.000 vecinos alcanzar una deuda de dos millones de euros y haber tenido en nómina a 60 personas? La respuesta se encuentra en la calle José Luis Baltar, donde se sitúa la casa consistorial de Os Blancos, enclavado en el corazón de Ourense.

El actual alcalde, Juan Antonio Lama, vincula la hipoteca financiera del concello con su antecesor en el cargo, José Antonio Rodríguez Ferreiro, condenado por prevaricación y malversación de caudales. La justicia lo obligó a devolver a las arcas municipales más de 143.000 euros.

Durante su gestión se alcanzaron los 60 trabajadores, aunque en la actualidad esa cifra se ha reducido a 14. Las dificultades asfixian tanto al ayuntamiento que durante mes y medio de finales de este año no pudo pagarles el sueldo. Tuvo que pedir un préstamo para abonar las nóminas.

Préstamo avalado

Os Blancos está en números rojos y vive al día, con una deuda de 150.000 euros con la Seguridad Social que ha solventado hace semanas gracias al aval de la Xunta. Esto le ha permitido pedir otro préstamo de esa cantidad.

Como si de un ciudadano afectado por la crisis se tratase, el consistorio sobrevive como puede. La pregunta sobre cómo ha alcanzado una deuda de dos millones, es decir, unos 1.800 euros por vecino no tiene respuesta para Lama. “No sé por qué permitieron que llegase a tanto”, explica.

Las licencias urbanísticas no tienen el mismo peso en el rural ourensano que en un ayuntamiento costero como Sanxenxo.

La solución en Os Blancos pasa por dos recetas elementales: “ahorrar y las subvenciones”, indica Lama. Eso si no les sucede como el año pasado, cuando el enfrentamiento político les hizo perder 200.000 euros de ayudas públicas a través de los fondos del Plan E. Este año confía en acceder a 114.000, según Lama.

Un caso similar al de Os Blancos es el de Vilariño de Conso, que según los datos de Economía a 31 de diciembre de 2008, tenía una deuda de 750.000 euros con poco más de 700 vecinos.

En Os Blancos se temen lo peor cuando el Estado les llame para recordarles que les tiene que devolver dinero. Si la situación sigue así, no saben cómo van a hacerlo.