Un aterrizaje suave. Ese es el objetivo de la Xunta en lo que se refiere a los fondos europeos, un enorme caudal de dinero que Galicia ha recibido durante años y que podrían suspenderse de golpe a partir de 2014, debido al crecimiento económico de la comunidad en los últimos años. Para evitar el corte abrupto de estos fondos, el Gobierno gallego ha formado un grupo de presión con otras regiones europeas que también dejarán de recibir financiación europea al haber dejado de ser zonas "objetivo convergencia", un término con el que Bruselas designa a aquellos territorios cuyo PIB es inferior al 75% del de la media europea.

De momento, son 16 las regiones que, además de Galicia, ya han superado ese umbral de la convergencia, el principal criterio que emplea la Unión Europea para repartir entre los 27 países miembros los llamados fondos de cohesión, el grueso del presupuesto comunitario. El Gobierno gallego, a través de la Fundación Galicia Europa, presidida por Jesús Gamallo, se ha puesto en contacto con representantes de todas estas comunidades, situadas en países como Alemania, Polonia o Reino Unido, para coordinar juntos una estrategia de presión de cara al próximo periodo presupuestario, 2014-2020.

El objetivo es que la UE no corte de repente las ayudas a las comunidades que durante el periodo actual (2007-2013) hayan superado el 75% el PIB comunitario, como es el caso de Galicia, que ya está en el 88%, sino que se establezca una "fase de transición", unos años en los que Bruselas siga ayudando a estas regiones para adaptarse a la nueva situación. La Fundación Galicia Europa se está encargando de coordinar a las 17 regiones y tiene previsto organizar una reunión en las próximas semanas una reunión con sus representantes en Bruselas. De momento, los portavoces gallegos en Bruselas han redactado un documento de trabajo en el que advierten que "una reducción drástica de los fondos recibidos hasta ahora implicaría graves daños en la economía y el empleo de estas regiones, así como la puesta en peligro de las importantísimas inversiones hasta ahora realizadas".

"Es imprescindible que estas regiones perciban una ayuda decreciente a partir de 2013", añade el informe redactado por el Gobierno gallego, y que también advierte que, aunque el 2014 puede parecer que queda lejos, la Comisión Europea ya ha encargado estudios sobre el futuro de la política regional comunitaria.

La red de regiones liderada por Galicia, que en Bruselas se conoce como "el lobby regional", ya tiene incluso nombre oficial: Crowc, las siglas en inglés de Regiones Convergencia Camino de la Cohesión (convergence regions on the way to cohesion).

La fase de transición y la reducción progresiva de las ayudas es una demanda que, bautizada como "aterrizaje suave", ya formuló el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante su reunión en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea (el Gobierno de la UE), el portugués José Manuel Durão Barroso.

Entre 2007 y 2013, Bruselas destinará a Galicia 5.330 millones de euros. La mayoría de ese dinero se adscribe al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), con 2.920 millones de euros. Una cantidad que podría reducirse a cero en 2014 si la Xunta no consigue su propósito.