El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, advirtió hoy al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de que habrá una mayor movilización social si mantiene su política "extremista" con la lengua.

Vázquez, que intervino hoy en Vigo en un desayuno informativo de Forum Europa, respondió a una pregunta de los participantes sobre la manifestación en defensa del gallego celebrada el domingo en Santiago, y que calificó de "multitudinaria". A este respecto, afirmó que el BNG considera que la política lingüística del Gobierno gallego del PPdeG es "extremista" y aseguró que, incluso, "no responde a un sector de sus votantes y afiliados".

Por ello, pidió al dirigente 'popular' una "reflexión" sobre su posición actual hacia el idioma propio, para lo que, según explicó, se le abren dos posibilidades: "o rectificar y volver al consenso" de la anterior legislatura, o bien "mantenerse" en su actual posicionamiento. No obstante, auguró que si continúa por el camino que lleva hasta ahora, "cada vez va a tener mayor movilización social en contra de esta política".

En cuanto a la presencia en la movilización del domingo del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el nacionalista consideró que el socialista "tenía todo el derecho de asistir a una manifestación en defensa del idioma" y aprovechó para congratularse por la presencia del mandatario estatal y pedirle que continúe con su apoyo al gallego.

Balance del Gobierno

Por otra parte, a preguntas de los participantes, Guillerme Vázquez también realizó un balance de los seis primeros meses del Gobierno de Núñez Feijóo y lo resumió en que "lo único que hizo fue quejarse de que el gobierno anterior fue el causante de todos los males" así como dedicarse a "deshacer medidas positivas y transformadoras" del bipartito.

El portavoz del BNG ironizó diciendo que Feijóo era "un candidato con soluciones para todos los problemas" de Galicia pero, que cuando llegó al Ejecutivo gallego se dedicó a buscar "agujeros y desgracias que le impedían gobernar como él quería". Así, consideró que en estos meses se ha constatado su "ineficacia e incapacidad" así como "un ataque permanente y destrucción de las medidas del bipartito".

Sobre este asunto, además de referirse a la cuestión con la lengua gallega, recriminó al PPdeG que se cuestionase el concurso eólico y que, pese a comprometer que lo derogaría, lo "suspendió" sin dar una alternativa.

En este sentido, destacó que esta suspensión "tardará en resolverse" y está dando lugar a una "paralización" de inversiones, pese a estar en tiempos de crisis.

Así, auguró que con los presupuestos para 2010 ya no se podrá culpar al gobierno anterior, si bien consideró que las cuentas para el próximo año "no parece que sean para la esperanza".

Sanidad

En cuanto a las perspectivas de la actuación de la Xunta en materia de sanidad, el líder del BNG insistió en la "filosofía del PP en defensa de la privatización de los servicios públicos" ya que, según señaló, "no es una política que sea nueva" aunque "se justifique bajo la crisis". Así, estimó que el Ejecutivo gallego "va a optar por fórmulas privatizadoras, más o menos encubiertas, pero irá por ahí".

Vázquez se refirió así al nuevo hospital de Vigo y consideró que la financiación se va a buscar "vía inversión privada, no sólo en su construcción sino también en la gestión". A su juicio, lo que se está haciendo ahora, tanto para la nueva infraestructura sanitaria para el área de Vigo como en el hospital de Pontevedra, es "retrasar" la construcción.

Sobre los resultados de las listas de espera, Vázquez criticó que se está entrando en el "yo menos que tú" por lo que "estamos llegando a una pescadilla que se muerde la cola". "El tema de la sanidad es complejo", señaló, para asegurar que la "solución" pasa por contar con los recursos adecuados a la demanda y gestionarlos bien. En todo caso, reconoció que "la sanidad pública cuesta mucho dinero" y, por ello, auguró que el PP optará por "fórmulas privatizadoras".

Finalmente, una pregunta de los asistentes al Forum Europa se interesó por el echo de que Vázquez se haya cuestionado la concesión del Nobel de la Paz a Obama y, en ese sentido, el nacionalista insistió en considerarlo como algo "precipitado", teniendo en cuenta que todavía hay conflictos en Irak y Afganistán, que Guantánamo continúa abierto y se habla de instalar bases militares en Colombia.

"No voy a decir que (la llegada de Obama) no significase una variación respecto al anterior presidente", reconoció, si bien consideró que el galardón debe otorgarse "cuando se han demostrado avances efectivos" por la paz.