La industria y la distribución gallegas deben dejar claro de dónde procede la leche que envasan y que destinan a la cadena de consumo hasta que entre en vigor la legislación estatal que obligará a indicar en los productos su origen exacto. La Consellería de Medio Rural anunció ayer que se asegurará de verificar que dichas compañías "documentan" con "nitidez" el origen de la materia que comercializan. Para ello, el director xeral de Produción Agropecuaria, José Álvarez Robledo, avanzó que la Xunta "afinará" las inspecciones.

"No es cuestión de acoso, sino de proteger los intereses de los consumidores", aclaró Álvarez Robledo, al tiempo que avanzó que Medio Rural tendrá listo "antes de final de año" el desarrollo de la regulación estatal de la "Letra Q" para demandar "a cada parte" que "cumpla lo acordado" a este respecto. La "Letra Q" es un sistema de información que garantiza la calidad y la trazabilidad de la leche.

Otro de los ejes del acuerdo eran los contratos homologados. Tras la denuncia de los ganaderos de que sólo el 8% de las explotaciones habían firmado estos documentos, Álvarez volvió a recordar que la Xunta priorizará, a la hora de las subvenciones a las compañías que hayan suscrito con los productores un acuerdo de este tipo, ya que la Xunta "quiere" que las industrias lácteas "empiecen ya" a implantar contratos homologados en sus relaciones profesionales con los ganaderos.