El paciente, el sistema gallego de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) está "muy débil". El "diagnóstico" lo realizan tres expertos de la Universidade de Vigo en colaboración con el Instituto Galego de Estatística que han elaborado un informe auspiciado por el Consello da Cultura Galega y presentado ayer en Santiago.

No todo está perdido. Aunque "comparativamente", aseguran, los indicadores muestran que en este campo Galicia está lejos de la media española y más aún de la europea, el mal tiene remedio y pasa por "la necesidad de una profunda revisión estratégica". La receta incluye varias "recomendaciones", que los especialistas Xosé Manuel García, Albino Prada y María Quintáns sintetizan en una prioridad: "Aumentar el esfuerzo privado en I+D+i, que el año pasado se situó en un 55,3 por ciento de los gastos totales de las compañías, e incrementar la capacidad de creación de tecnología" en Galicia, ya que en este punto es donde "más diferencial" se encuentra.

No obstante, la comunidad gallega lo tiene difícil porque parte de una estructura productiva con dos características "poco favorables": el "reducido" tamaño medio de las empresas y una "especialización sectorial en la que no destacan las actividades de alta tecnología". Así lo explicó Xosé Manuel García Vázquez, quien argumentó que la primera dificultad se puede superar mediante la "cooperación interempresarial", a través de clústers, "algo que ya se está haciendo". Respecto a la segunda, el experto abogó por "apostar por un modelo competitivo basado en la diferenciación y en la tecnología, en la calidad, fiabilidad y seguridad de los productos más que en la cantidad y en el bajo coste".

Asimismo, García Vázquez señaló que "una pequeña economía como la nuestra podría tener éxito en convergencia en la riqueza por habitante" siguiendo el modelo de Irlanda, un país que toma la tecnología del exterior, porque cree que "ya es muy tarde" para emular el modelo sueco, ejemplo de país generador de tecnología. Para conseguirlo, insistió en un esfuerzo en la "i", en la captación de inversores foráneos y en concentrarse en "pocas actividades estratégicas".

También defendió la inversión pública. "En este informe identificamos dimensiones en las que los decisores políticos tienen margen para la actuación y la mejora, que podrían situar a Galicia en el grupo de países líderes a nivel mundial".