¿Quiénes serán los primeros en cobrar cuando mejore la caja del grupo Marbar con la venta de los activos de los que dispone? Pues serán las entidades financieras. Bancos y cajas, como Caixanova, el Banco Gallego o La Caixa, que tenían suscritas hipotecas con Manuel Martínez para la venta de sus promociones por un valor superior a los 22 millones de euros.

Una deuda que entra en el grupo considerado como crédito privilegiado. El resto de acreedores, los ordinarios lo tendrán más complicado.

Los 56 trabajadores que figuraban en las compañías del grupo están también entre los afectados dentro del proceso concursal. El juzgado de lo Social número 2 de Vigo reconocía en una sentencia la nulidad de los despidos, las cartas que recibieron a finales de enero en el que se les anunciaba el fin de su vinculación con la empresa“por motivos económicos” y con las que se destapó el caso. Los tribunales han decretado para ellos indemnizaciones que oscilan entre los 1.000 y los 30.000 euros, con el reconocimiento además de la “responsabilidad subsidiaria” entre todas las empresas en manos de Manuel Martínez Barros, ya que los empleados podían trabajar en una o en otra en función de las necesidades por la carga laboral.

En busca y captura

Y mientras,Martínez Barros sigue en busca y captura. La juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui dictó el pasado mes de julio una orden internacional tras la denuncia presentada por la Fiscalía de Delitos Económicos de Vigo, que considera que hay indicios suficientes de alzamientos de bienes y de que el empresario pudo planificar su desaparición tras apropiarse del dinero de las sociedades que tenía depositado en varias cuentas bancarias.