Los casos que salen a la luz, con denuncias ante los juzgados, protestas de los padres o grabaciones vía teléfono móvil que luego aparecen colgadas en internet, son sólo la punta de un gran iceberg que cada día preocupa más a los expertos. "Existe violencia en los centros escolares de la ESO". Las conclusiones de un reciente estudio elaborado por la Universidad de Vigo para la Xunta son así de rotundas. Las conductas agresivas "son muy frecuentes" tanto por parte de niños como de niñas y "están claramente generalizadas". Hasta el punto de que la mitad de los escolares de secundaria en Galicia han sido víctimas de algún ataque físico o psicológico por parte de un compañero. La situación es todavía más grave si se tiene en cuenta que la mayoría opta por el silencio como "mecanismo de autodefensa". Hay miedo a contarlo.

En general, la violencia en el colegio, como ocurre de puertas para fuera, está más extendida entre los niños que entre las niñas, un ejemplo más "de la larga tradición" que se vincula al hombre con la fuerza y la capacidad de dominar. Detrás del 43,8% de las agresiones verbales están niñas, un porcentaje que se eleva hasta el 52,6% en el caso del sexo masculino. Son los chicos los que también provocan más episodios de exclusión social -un 25%, frente al 23,3% entre ellas- y de agresiones físicas directas, donde la variación es de casi diez puntos más elevada entre los menores de sexo masculino. "Las mujeres -indica el informe encargado por el Servizo Galego de Igualdade- generalmente emplean para expresar agresiones formas verbales o físicas indirectas, mientras que los hombres usan tanto la agresión verbal como la física en sus diferentes manifestaciones, siendo más agresivos en general".

La investigación se realizó entre seis centros educativos de la provincia de Pontevedra, con 685 adolescentes de 1º, 2º, 3º y 4º de Secundaria. 482 de colegios públicos y 201 de centros privados. "Los alumnos no manifiestan problemas de convivencia especialmente significativos, más allá de que las mujeres tienen más amistades de su mismo sexo, igual que los hombres", resaltan las conclusiones. Eso sí, hasta un 1,5% de los niños asegura que "nunca" se siente a gusto con sus compañeros.

Entre las respuestas de los alumnos entrevistados hay otro dato que llama especialmente la atención. El 22,4% de las niñas se quejan de que han sido objeto de agresión sexual por parte de un niño de su colegio. Los mismos expertos reconocen "la gravedad" de la situación. Meter mano, aguantar groserías, levantar la falda, besos forzados... Un 11% algunas veces. Un 2,6% muchas veces. Un 2,3%, siempre. Lo han vivido, pero muchos más lo han visto. Casi cuatro de cada diez presenció una agresión sexual. Y no sólo de un niño a una niña. Existen casos a la inversa, hasta un 15,7% de los alumnos analizados lo reconocen. Para los expertos, ésta es una nueva línea de investigación. Su hipótesis, el cambio de rol que en relación a cuestiones sexuales están experimentando las mujeres y la situación de inseguridad para dar una respuesta adecuada en el colectivo masculino.