Veinticuatro horas después de que saltase la polémica, la Armada negaba ayer "haber recibido instrucción alguna" de la ministra de Defensa, Carmen Chacón, para suprimir la misa que tradicionalmente se celebra con motivo de la entrega de los despachos a los nuevos oficiales en la Escuela Naval de Marín. También rechazó que la ministra hubiese cancelado su presencia en el acto castrense, precisamente disgustada porque iba a celebrarse la homilía.

El desmentido fue oral y a través de una agencia de prensa, y después de que la prensa hubiese recogido el supuesto intento de Chacón de anular la misa. En cambio, un día antes, la Armada, preguntada por la denuncia del líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, emitió un primer comunicado, también oral, a través de la misma agencia, en el que esquivaba el meollo de la controversia, y no desmentía la acusación. En su primera declaración pública, la Armada se limitó a aseverar que Carme Chacón nunca había previsto asistir a la ceremonia militar, presidida por los Príncipes de Asturias.

Defensa llama

Un día después, sin embargo, la Armada terciaba en la polémica, para negarla, y después responsables del Departamento de Comunicación del Ministerio de Defensa descolgaban" el teléfono para "dar por buena" la versión de la Armada, y rogar su publicación.

Ésta es la versión oficial, pero extraoficialmente el miércoles en Marín algunos altos cargos del Ministerio de Defensa comentaron que Chacón había expresado su deseo de anular la misa, pero se le explicó la inconveniencia de tal decisión, dada la tradición de Marín y que la entrega de despachos coincidía con la festividad del Día del Carmen.

Entonces la ministra, según las mismas fuentes, optó por no ordenar la supresión de la homilía, pero sí por no asistir a la ceremonia. Si la titular de Defensa hubiese decidido que no había misa, la Armada hubiese acatado su criterio, explicaron fuentes militares a este diario.

Fue la ausencia de la ministra la que suscitó las sospechas el miércoles por la mañana, tan pronto empezó la ceremonia, que reunió a más de tres mil personas, y pronto surgieron las preguntas por parte de militares y otros asistentes. Fue entonces cuando altos cargos del Ministerio ofrecieron en privado su versión, que corrió como un reguero de pólvora entre el público. Por ello, cuando el vicario episcopal de la Armada, Andrés Alfonsín, venido de Madrid para oficiar la misa, agradeció expresamente la presencia en la homilía de personas no católicas y el respeto que así manifestaban, hubo asistentes que interpretaron sus palabras en clave de la polémica que circulaba ya por los corrillos de la Escuela Naval.

Hubo militares que el miércoles en Marín lamentaban la controversia, y la consideraban absurda, pues además la eucaristía fue breve y no duró más de quince minutos. El día grande de la Escuela Naval de Marín terminó con una cena de gala, a la que estaban invitadas 800 personas, y por la noche, la actuación de Chacón seguía siendo objeto de comentarios.

La polémica de Marín se desató dos semanas después de que el Congreso Federal del PSOE acordara avanzar en la laicidad del Estado con una propuesta para retirar los símbolos religiosos de los espacios públicos.

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, interpelado por la controversia, acusó al líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, de "crear problemas donde no los hay" y aseguró que la ausencia de la ministra es "normal, obvia y estaba prevista".