En los servicios provinciales de Transportes de Ourense y A Coruña figuran desde hace unos días los expedientes para regularizar varias líneas de autobuses. La mayoría, enlaces de grandes ayuntamientos como Santiago, Ourense, Monforte de Lemos o Ribadavia, con áreas rurales. La dispersión de la población y el envejecimiento están pasando factura a las empresas que prestan estos servicios, por lo que se han lanzado en los últimos años a solicitar, cada vez más, cambios en los trayectos que compensen la falta de clientes.

Como servicio público que es, el transporte de viajeros por carretera en Galicia se articula a través de concesiones administrativas. Cada línea, una concesión, que aprueba la Consellería de Política Territorial, con las competencias también para permitir o rechazar las modificaciones -de paradas, horarios y frecuencias- que plantean las compañías. Fuentes de la Dirección Xeral de Transportes reconocen que en los últimos meses han notado un aumento en las peticiones para reestructurar líneas. Al igual que las propias patronales del sector, que se quejan de que muchas de las concesiones tienen entre 10 y 20 años y están ya "obsoletas".

"La Administración nos ha dicho que quiere darle la vuelta a esta situación", asegura el responsable de una de las agrupaciones de empresas de transporte de viajeros de la comunidad. Política Territorial asegura que con el funcionamiento "razonable" del transporte escolar, su atención está centrada en el transporte concesional, especialmente las zonas de "tráfico débil". De ahí la creación de Tes+bus, que permite a los usuarios ocupar plazas en los buses que van a los colegios.